La coalición de centroizquierda está en un momento crítico. Nuestro Gobierno ha alcanzado el nivel de rechazo más alto observado desde la vuelta a la democracia y los resultados en las elecciones municipales han sido los peores en estos últimos 26 años. Es evidente que la Nueva Mayoría se ha distanciado de la ciudadanía y no representa el sentir de la mayoría. ¿Cuál es la razón? Algunos creen que se debe a que las reformas del Gobierno no han sido lo suficientemente profundas, otros, por el contrario, consideran que las reformas llevadas a cabo eran demasiadas y demasiado profundas para ser realizadas en tan solo cuatro años.
Es difícil interpretar la voluntad del pueblo, especialmente cuando este decide abstenerse en los comicios electorales. Con todo, si consideramos los resultados de las últimas elecciones, observamos que los grupos emergentes más de izquierda, como el Movimiento Autónomista y Revolución Democrática, obtienen una pobre votación a nivel nacional, no logrando capitalizar el voto de rechazo hacia la Nueva Mayoría. En tanto, el Partido Comunista no ha crecido y sigue siendo el partido con menor votación dentro de la Nueva Mayoría.
A su vez, la Nueva Mayoría obtiene 47% de los votos de concejales, aventajando a la centroderecha por 8 puntos porcentuales y el partido de la Nueva Mayoría con mayor votación es la Democracia Cristiana. ¿Cómo entender entonces la dramática derrota de la Nueva Mayoría en la elección de alcaldes, si en la elección de concejales ganamos por un margen nada despreciable?
Una respuesta, a mi parecer la más plausible, es que las personas de sensibilidad de centroizquierda quieren reformas, pero las quieren bien hechas, graduales y en áreas que no han sido prioritarias para este Gobierno, como la salud, pensiones y seguridad ciudadana.
[cita tipo= «destaque»]Hoy se suelen mirar críticamente los logros conseguidos durante su Gobierno, sin embargo, muchos de sus críticos olvidan el contexto histórico de aquel entonces. Durante el Gobierno de Ricardo Lagos se redujo la pobreza, el país creció económicamente de forma sostenida, se modernizó Chile a través de la construcción de nuevas carreteras, se instaló una política de protección social con el Chile Solidario a la cabeza, se realizó una revolucionaria reforma de salud, como lo es el Plan Auge, hoy imitado en diversos continentes, y se avanzó en la dirección de un Estado de Bienestar.[/cita]
El problema de fondo que nos aqueja como coalición es que no compartimos un mismo diagnóstico, de ahí las enormes diferencias que nos separan a la hora de definir el rumbo a tomar. En este escenario resulta fundamental acordar un proyecto país de mediano y largo plazo, que nos una y proyecte como coalición política de centroizquierda. Ello exige definiciones claras y precisas en diversos aspectos, como por ejemplo en salud, seguridad ciudadana, crecimiento económico, nueva Constitución, educación, etc. En este desafío no me cabe duda que la mejor carta para conducir esta nueva etapa de la Nueva Mayoría es Ricardo Lagos.
¿Por qué? En primer lugar, porque su postulación no es oportunista, sino de un profundo compromiso con la centroizquierda, que ayudó a construir, y con Chile. En un escenario tan complejo para la política, Ricardo Lagos a pesar de las encuestas y de una posible derrota decide dejar su zona de confort para ponerse a disposición del país y de la centroizquierda. Esa valentía y convicción es escasa en política, donde lo que abunda es el oportunismo y el cálculo político.
En segundo lugar, Ricardo Lagos ha mostrado con creces en su trayectoria política, tanto como ministro como Presidente, tener una visión de país, liderazgo y capacidad de gestión.
Hoy se suelen mirar críticamente los logros conseguidos durante su Gobierno, sin embargo, muchos de sus críticos olvidan el contexto histórico de aquel entonces. Durante el Gobierno de Ricardo Lagos se redujo la pobreza, el país creció económicamente de forma sostenida, se modernizó Chile a través de la construcción de nuevas carreteras, se instaló una política de protección social con el Chile Solidario a la cabeza, se realizó una revolucionaria reforma de salud, como lo es el Plan Auge, hoy imitado en diversos continentes, y se avanzó en la dirección de un Estado de Bienestar.
Hoy se juzga a Lagos por el CAE ( Crédito con Aval del Estado), olvidando que gracias a él muchos jóvenes pudieron acceder a la educación superior cuando no existían los recursos suficientes para hablar de gratuidad. Estos logros fueron reconocidos en su minuto por la ciudadanía, terminando su gestión con un alto porcentaje de aprobación, llegando en la centroizquierda a un 82%, pero además gracias a su gestión le dio continuidad al proyecto de la coalición
En tercer lugar, porque es un hombre con convicciones, que ofrece una mirada de país moderna, con un proyecto de futuro, que aborda los desafíos que tiene el país para lograr un nuevo equilibrio de crecimiento económico con un mayor bienestar social y así consolidar un Estado Democrático y Social de Derecho.
En resumen, porque tiene la inteligencia para advertir los actuales desafíos del país y los posibles caminos para abordarlos, el liderazgo para lograr la unidad que exige gobernar más allá del período propio y la experiencia para llevar adelante dicho desafío sin improvisaciones.
