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¿Qué es la ITS?

Rigoberto Hernández
Por : Rigoberto Hernández Coordinador Taller Seguridad Pública y Violencia. Instituto Igualdad
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El viernes 13 de enero de 2016, el presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche, abrió un paquete que tenía como remitente a un profesor de la carrera de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile, estallando y dejándole heridas leves.

Al día siguiente en su web el grupo ecoterrorista “Individualista Tendiendo a lo Salvaje-Chile” (Horda Mística del Bosque) (ITS) reivindicó la acción.

Al respecto, y como suele ocurrir en este tipo de situaciones, abundan las preguntas e incertezas en relación con la veracidad u origen de quienes se atribuyen este acto, ¿realmente existe una organización con tal nivel de radicalidad en Chile?, ¿cuál es el origen de esta discursividad?, ¿estamos frente a una escalada terrorista en Chile?, ¿cómo reacciona o anticipa estos hechos nuestro Estado? A continuación algunos elementos que pueden ayudar a resolver estas interrogantes

Algunos antecedentes sobre el origen de ITS

En 2011, un grupo autodenominado «Individuales Tendiendo a lo Salvaje» (ITS) comenzó una serie de ataques ecoterrorista en México. Estos ataques iban desde bombas electromagnéticas enviadas a varias instituciones de investigación de todo el país, hasta el asesinato del investigador del Instituto de Biotecnología (IBT) de la UNAM. Con cada intento de atentado o acción, sus comunicados explican el razonamiento detrás de sus ataques publicando y utilizado los ataques como «propaganda por el hecho» para propagar sus ideas

Según un reporte del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de México, en los últimos 10 años, grupos anarquistas, extremistas y ecoterroristas realizaron 306 atentados, principalmente en la Ciudad de México. La mayoría de los del año 2016, según detectó el Cisen, fueron perpetrados por el grupo ecoterrorista llamado Individualistas Tendiendo a lo Salvaje.

En nuestro país este grupo ha reivindicado varias acciones, desde febrero de 2016, entre ellas, el incendio de un bus transantiago, un artefacto fallido dirigido a la Facultad de Ingeniería de la U. de Chile y la reivindicación del incendio que afectó a un centro comercial del centro de Santiago

[cita tipo=»destaque»]Resulta relevante coincidir en una sola definición en relación con este hecho, más allá de las discusiones teórico jurídicas presentes, este es un acto de terrorismo, grave y que agrede a nuestra democracia, por lo tanto, y más allá de las miradas críticas, nuestro deber es aportar desde cada espacio a la marginación y anulación de estas prácticas.[/cita]

En términos ideológico discursivos, si bien reniegan, hay muchas citas de Theodore Kaczynski (también conocido como “Unabomber”), así como referencias a diversos pensadores anarco-primitivistas, no obstante, son insistentes respecto a que no representan a nadie más que a sí mismos, tanto ética como ideológicamente.

Si bien en su origen son herederos de grupos anarco insurreccionalistas, estamos frente a una expresión de lo que podemos denominar como una franja de radicalización al interior de un núcleo ideológico ya radicalizado. En rigor hablamos de una expresión nihilista que desde radicalización ideológica rompe con el anarquismo, ni siquiera se habla de un nuevo orden, sino de la destrucción de la civilización y la existencia humana.

Lo anterior define el desenfado con el que descartan lamentar daños secundarios en sus acciones, o cualquier atisbo de solidaridad o pertenencia de clase, así como cualquier vínculo con otras organizaciones o ideas. Asimismo, sus blancos no solo apuntan a la tecnología o al desarrollo de la ciencia, también a los académicos o investigadores, y toda autoridad, pública o privada, que sea identificada como colaboradora de la “civilización” y sus lógicas destructivas con la naturaleza.

Algunas consideraciones preliminares

Por cierto que en relación al grave atentado ocurrido, han surgido una serie de hipótesis vinculadas a su origen y oportunidad, por lo que las instituciones destinadas para el efecto deberán analizar con cautela y profesionalismo cada una de ellas, estableciendo líneas de investigación que den resultados, se espera, en el corto plazo.

En el mismo sentido, se espera que las instituciones de control den cuenta de instancias de colaboración y cooperación en materia de inteligencia, incluyendo cambios en cuanto a la gestión de la Agencia Nacional de Inteligencia, la que más allá de las limitaciones que la ley que la rige le impone, muestra deficiencias en sus capacidades de anticipación o prospectiva estratégica en relación con un grupo con existencia, acciones y discursos conocidos desde el año 2011.

Finalmente, resulta relevante coincidir en una sola definición en relación con este hecho, más allá de las discusiones teórico jurídicas presentes, este es un acto de terrorismo, grave y que agrede a nuestra democracia, por lo tanto, y más allá de las miradas críticas, nuestro deber es aportar desde cada espacio a la marginación y anulación de estas prácticas. En Chile, ya vivimos 17 años de terrorismo de Estado, por lo que no cabe ninguna posibilidad de justificación o empatía respecto a estos actos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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