Señor Director:
A propósito de la reciente tala de 12 árboles en Recoleta, medida decretada por la unanimidad del Concejo Municipal, según lo expresado por el propio Alcalde Jadue, quien no sólo apoyó la radical medida sino que la justificó aduciendo que “…prefiere tener doce árboles menos para así tener a 150 niños en un jardín infantil…”. Por lo expresado por el edil y lo acontecido en Recoleta, me permito comentar lo que realizan otras autoridades. Después de Sidney, Melbourne es la segunda ciudad más poblada de Australia, con algo más de 4 millones de habitantes. Fue la capital de Australia entre los años 1901 y 1927 luego pasó a ser Camberra. Es una ciudad que ha sido calificada como la capital nacional del deporte y la cultura y ha recibido a miles de inmigrantes desde los más diversos lugares y culturas del orbe. Sus envidiables niveles de seguridad y oportunidades de empleo la han transformado no sólo en una ciudad con una interculturalidad muy vasta sino que, además, en una metrópolis con una calidad muy por sobre el promedio de otras grandes urbes. Pero, ¿por qué hablar de Melbourne? He aquí lo interesante. El Departamento del Medio Ambiente de Melbourne, en el año 2013, creó el programa Bosque Urbano con una mapa virtual de los 77.000 árboles que existen en la ciudad, a cada uno los identificó con un número, la especie arbórea a la que pertenecen, expectativa de vida y cada ejemplar fue provisto con un correo electrónico al cual se le puede enviar un saludo virtual o mensaje que son atendidos por los encargados del programa liderado por el municipio local. De hecho ha acontecido que algunos correos han sido respondidos a sus remitentes. En resumen, este programa permite que los ciudadanos conozcan a sus árboles, sus características y expectativas de vida. Recordemos que Melbourne tiene temperaturas por sobre los 40°C. y buena parte de su población arbórea ha cumplido ya su vida útil y la política local es permitir la renovación de su bosque urbano, de manera gradual y oportuna e involucrar a la ciudadanía en esta reforestación urbana por medio de la entrega de instructivos, charlas y ejemplares de árboles que puedan desarrollarse atendidas las características del lugar.
¿Qué ha ocurrido en Renca? Mientras en Melbourne la autoridad elabora un programa para la reforestación de la ciudad, involucrando a la población en tal sentido, con tristeza y desazón podemos ver cómo en nuestras plazas y parques públicos de nuestras ciudades cada vez cuentan con menos árboles, así es como calles del centro prácticamente no tienen árboles de ningún tipo, ellos fueron o mutilados o simplemente talados para que, generalmente no interfieran con la vista de alguna vitrina comercial –o de un proyectado jardín infantil- o no entorpezca la colocación de más cables aéreos de empresas que no dudan ni trepidan en arrancar, descuartizar o lesionar de manera irreversible cuanto árbol encuentren en su labor. En el caso de Recoleta, pese a la protesta ciudadana, su Concejo Municipal y Alcalde han “despejado” el terreno para la proyectada construcción de un jardín infantil. Una pena que esos 150 niños y niñas no podrán apreciar esos mudos y bellos monumentos naturales. ¡Por Dios que lejos estamos de Melbourne!
Luis Contreras Pavez, Coyhaique
