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El desenlace de la DC (Evangelios apócrifos)

Francisco de Ferari Correa
Por : Francisco de Ferari Correa Licenciado en Filosofía y Magíster en Ética Social y Desarrollo Humano (U. Alberto Hurtado). Profesional del Consejo para la Transparencia.
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Con los últimos sucesos de la Democracia Cristiana se puede hacer un paralelo evangélico digno de películas de Franco Zeffirelli o de novelas de Nikos Kazantzakis. Me aventuro con algunos puntos:

Primera escena: El juicio a la personificación de la virtud

Lo acontecido en la Junta Nacional es similar a la escena Pilatos-Barrabás-muchedumbre-Jesús y todo lo que gira alrededor de ello.
– La Junta Nacional es una mezcla entre Pilatos+muchedumbre: Es aquel grupo humano que libera al delincuente-violento de Barrabás condenando a quien personifica la abnegación -entrega-ética de Jesús.
– Carolina Goic: Juega al rol de Jesús. Personifica la virtud, la angelical entrega. Es como la versión virginal de la ética pública condenada injustamente. Sometida a la voracidad y el cálculo político en su máxima expresión. Vive y es víctima del conflicto entre «vieja-política vs nueva-política.»

[cita tipo=»destaque»] A las afueras de los muros de la «Ciudad Sagrada» (Participación democrática) permanecerán los mismos de siempre: los pobres, excluidos, prostitutas, leprosos, extranjeros, aquellos que no tienen voz en los tiempos de Jesús. Hoy son los empobrecidos, excluidos, Lesbianas-homosexuales-transexuales, Migrantes (colombianos, haitianos, peruanos…), Mujeres violentadas, endeudados, etc… tantos y tantas excluidos de nuestros tiempos.[/cita]

– Ricardo Rincón: Claramente es Barrabás. Es el delincuente populista y violento que ha sido liberado y escogido por la masa inconsciente. Es aquél que, una vez terminada la performance de Pilato, vocifera a los cuatro vientos que está vivo y vigente… Le faltó gritar junto a su séquito «se siente, se siente, Rincón presidente…» (Aunque estuvo cerca)

Segunda escena: Las tentaciones de Goic en el huerto

La escena de la reflexión de Goic es similar al duro trance de Jesús en el Huerto de Getzemaní (aunque sin la secuencia lógico-temporal de los Evangelios sinópticos) Ella se retira al silencio a pensar si continúa con su candidatura o no. Sabe que sobre ella recae una decisión que puede cambiar el curso de la historia (de la DC quizás). Tiene profundos conflictos internos con escuchar la voluntad del Padre… pero ¿qué se entenderá por la voluntad del Padre? ¿Quién es el Padre? En las plazas públicas aparecen quienes se consideran «padres»: aparecen los Walker, Zaldívar, Aylwin, etc. instándola a seguir, algunos más osados dirán que si ella baja su candidatura «quebrará a la DC». Otros ponen su vida -como Pedro- a su servicio (como los parlamentarios que ofrecieron sus cupos en la cámara) Cabe señalar que éstos, más allá del show mediático, serán los primeros en negarla cuando el gallo cante 3 veces.

Tercera escena: Barrabás Rincón y la suerte del violento

Si bien en los Evangelios no se le hace seguimiento a qué sucede posteriormente con este personaje, podríamos esbozar muchas narraciones al respecto. Durante mucho tiempo la tradición cristiana -en particular la iglesia católica- descargó su ira con barrabás y la muchedumbre-judíos considerando que por su culpa había sido condenado Jesús. La prensa local, muy limitada en su reflexión dado que es mejor sacar una rápida portada que ahondar en la raíz de los conflictos, seguramente habría salido con ese titular. Este deleznable hombre -rostro de la peor expresión de la política y del cálculo alejado de la ética- es situado en el lugar del corrupto y miserable. No quiero decir que no merezca aquel lugar, pero es creer que «acabando» con el Pastor Soto se acabará la homofobia en el país o trolleando por twitter al idiota que dijo que la lepra es por culpa de los migrantes se va a acabar con la xenofobia de Chile. Lamentablemente no, gozamos de memoria a corto plazo y el gen chilensis -o buena parte de él- es violento, machista, clasista, xenófobo, etc. Acabando con Barrabás Rincón no se acabará con la violencia machista ni con las malas prácticas políticas y la corrupción.

Cuarta escena (y final): Nada es lo que parece, ¿Resucitará la DC?

Las escenas finales son para debatirlas, ¿qué pasará con la DC? ¿Su desenlace final será «cristiano»? ¿Vencerá la vida por sobre la muerte, la virtud pública y la buena política versus las viejas prácticas que generan desafección? No creo que Goic personifique la virtud pública. Ella es presidenta de un partido que viene haciendo crisis desde hace rato anteponiendo el cálculo político-clientelar y la ocupación de cargos por sobre los principios que los llevaron a su fundación. Habrá que preguntarse cuánto ha aportado ella para transformar profundamente las cosas o ha sido un personaje más de esta debacle. Barrabás Rincón no es el problema, es la gota que rebalsa el vaso. Terminando con él seguirán otros y otras, continuarán las mismas lógicas que llevaron a las pésimas gestiones en el SENAME/SENAMA, las lógicas de mercado en la educación, la privatización de los bienes comunes como el agua, la luz, etc. Aquellos que consideran que SU VOZ es la «voluntad del Padre», aquellos que operan tras las sombras como el Sanedrín que prefiere que el dictador romano se manche las manos con sangre pero ellos se mantendrán «puros» resguardando lo sagrado del Templo.

A las afueras de los muros de la «Ciudad Sagrada» (Participación democrática) permanecerán los mismos de siempre: los pobres, excluidos, prostitutas, leprosos, extranjeros, aquellos que no tienen voz en los tiempos de Jesús. Hoy son los empobrecidos, excluidos, Lesbianas-homosexuales-transexuales, Migrantes (colombianos, haitianos, peruanos…), Mujeres violentadas, endeudados, etc… tantos y tantas excluidos de nuestros tiempos.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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