Señor Director:
En 1990 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) instauró el 1 de octubre como el Día Internacional del Adulto Mayor. Desde ese momento hasta la fecha se ha hecho costumbre que las instituciones públicas y privadas que trabajan la materia organicen actividades, más o menos masivas, para conmemorar el día y la importancia de las personas mayores a nivel social, así como señalar lo urgente que es atender las variadas injusticias que sufre el colectivo en su cotidianidad.
Con tristeza he observado que durante casi 3 décadas hemos oído-leído hablar públicamente sobre vejez, envejecimiento y personas mayores casi exclusivamente en agosto (por la costumbre idiosincrática de “pasar agosto”) y en octubre (por este Día Internacional) dejando las reivindicaciones de este grupo etario en un segundo o tercer plano, el resto del año.
Si bien el envejecimiento es un proceso súper presente en las personas y en las sociedades, solo la hacemos visible superficial y estacionalmente, como negándonos a hacernos cargo de ella.
La adultez mayor, con los 20 o 30 años de duración que tiene hoy en día, es más larga que la niñez y adolescencia juntas. No cabe dudas que es una parte importante del ciclo vital, y como tal, merece una mayor consideración de parte de todos, especialmente, de parte de aquellos que hoy en día toman las decisiones que repercuten en nuestra vida social.
Javiera Sanhueza Chamorro
Directora Think Ageless-Pensar Sin Edad
