Señor Director:
Este viernes 3 de noviembre se cumplen dieciocho días desde que los y las estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile decidiéramos ocupar las dependencias de nuestra Escuela, en una movilización que ha contado con el amplio apoyo y la activa participación de nuestros compañeros y compañeras.
Nuestra movilización nace del diagnóstico común sobre la falta de una formación integral, la ausencia de democracia y el constante autoritarismo que ha imperado durante toda la administración del Decano Davor Harasic, quien ha impedido la participación efectiva del estamento estudiantil y del estamento funcionario en la toma de decisiones que nos afectan a todos quienes formamos parte de la comunidad.
Desde el primer día hemos intentado establecer puentes con las autoridades, con la finalidad de solucionar este conflicto de la manera más rápida y efectiva. Hemos solicitado reuniones en diversas oportunidades, e incluso concurrimos al estudio jurídico del Decano para entregarle personalmente nuestro petitorio y manifestarle nuestra intención de dialogar. Sin embargo, las autoridades de nuestra Facultad se han negado constantemente a conversar con los y las estudiantes mientras nos encontremos en toma, y no parece interesado en encontrar una salida pronta a este conflicto. Ante esto, y mientras no hayan instancias de diálogo reales, los y las estudiantes mantendremos nuestra movilización porque las instancias institucionales han demostrado invisibilizar las posiciones de nuestro estamento y de funcionarios, haciendo de la triestamentalidad y la democracia meros discursos inertes.
Por otro lado, hemos visto en la prensa nacional diversas notas que han señalado que nos encontramos en una movilización y ocupación de nuestra Escuela en reacción a la ampliación de matrícula impulsada por nuestras autoridades. Sin embargo, esto no puede estar más alejado de la realidad. Como parte del movimiento social por la educación, consideramos que la reconstrucción de la educación pública y la ampliación de la matrícula en estas instituciones debe ser el eje central de una transformación al sistema de educación superior, de tal modo de arrebatarle espacio al mercado que hoy tiene a la mayoría de los estudiantes en instituciones privadas masivas, lucrativas y de baja calidad. Ahora bien, si creemos necesario que estas políticas sean decididas de manera planificada por la comunidad universitaria y no sólo por un grupo minoritario de ellas, de forma tal que se establezcan condiciones mínimas que garanticen que este aumento sea acorde a las necesidades del país y no que termine, como hemos visto, en medidas parche que precarizan las condiciones laborales y de estudio en nuestra Universidad.
Por último, si bien concordamos que es necesaria una revisión de los estados financieros de nuestra Facultad, los y las estudiantes de nuestra Facultad no podemos ver sino con desconfianza el requerimiento realizado días atrás por los diputados Jaime Bellolio, Pedro Browne y Joaquín Godoy, quienes han sido activos detractores del fortalecimiento de la educación estatal. Por lo tanto, hacemos un llamado a todas aquellas personas y organizaciones realmente comprometidas con la educación pública que se involucren en este conflicto, para poder encontrar una solución lo más pronto posible.
Atentamente,
Juan Cristóbal Cantuarias – Presidente Centro de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile y Vocero de Toma
Casandra Rodríguez – Vocera de Toma
Carolina Sepúlveda – Vocera de Toma
Claudio Calabrán – Vocero de Toma
Lucas García – Vocero de Toma
