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Sobre los maipucinos “neoliberales” y la píldora azul de los economistas ortodoxos

Christian Caiconte Zavala
Por : Christian Caiconte Zavala Candidato a Doctor, Departamento de Economía Política, University of Sydney, Australia.
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El ex ministro de finanzas de Grecia Yanis Varoufakis sostiene que, al enfrentarse a situaciones que no pueden explicar, los economistas ortodoxos (los que confían ciegamente en que los individuos nos comportamos de manera racional y egoísta, buscando siempre maximizar nuestras utilidades) suelen recurrir al confort de sus teorías reduccionistas para encontrar una respuesta que le dé sentido a la realidad. Para Varoufakis esto se asemeja mucho a la escena de la película “The Matrix” (1999), donde al protagonista se le da a elegir entre una píldora azul y una roja: tomando la píldora roja aceptas enfrentarte a la cruda realidad, mientras que con la azul vuelves a tu mundo de ensueño, irreal pero reconfortante.

A los economistas neoclásicos les encantan las píldoras azules. Puede que, bien en el fondo, algunos de ellos sean conscientes de las limitaciones ontológicas y epistemológicas obvias de sus argumentos, pero preferirán tomar la píldora azul a quedar como raros, tildados de “outsiders” entre sus colegas. Un ejemplo reciente lo podemos encontrar en la perplejidad que envolvió al economista chileno Sergio Urzúa (doctorado en Chicago) cuando se enteró que, durante la primera vuelta presidencial, en Maipú, Beatriz Sánchez había obtenido casi la misma cantidad de votos que Sebastián Piñera. ¿Cómo es que esos maipucinos ávidos de malls, outlets, comida china y sushi, se “permitieron soñar” votando por la líder del Frente Amplio? Para Urzúa la respuesta es lógica –el consumismo maipucino (y de la clase media chilena en general) encuentra perfecto correlato con las propuestas de izquierda del nuevo conglomerado. Su argumento es que las promesas de gratuidad provenientes de la esfera pública les permitirían a los maipucinos maximizar sus utilidades en la esfera privada, permitiéndoles consumir aún más. En el fondo, ellos abrazarán la gratuidad en todas sus facetas porque les permitirá ser aún más egoístas y racionales en sus decisiones personales.

[cita tipo=»destaque»]En el Maipú contemporáneo el consumismo reina tanto como en cualquier otra comuna de clase media, y la economía local no es tan dinámica como aparenta. Muchas tiendas de retail no han superado las ventas del año anterior y eso se nota en los ofertones que comenzaron a brotar desde inicios de noviembre, y en las caras de cansancio de sus vendedores y jefes de tienda un día sábado por la tarde. [/cita]

¿Qué tan certera será aquella forma de entender el comportamiento humano? Para algunos bastante. El Mercurio online acaba de recordarnos el argumento de Urzúa ahora que Sebastián Piñera fue electo Presidente de Chile con más del 54% de las preferencias de voto. Parece lógico seguir el argumento del economista, ya que, mal que mal, vivió su niñez y adolescencia en Maipú, y ahora es un premiado profesor de economía en la Universidad de Maryland en College Park, una de las mejores universidades del mundo. Pero Urzúa vivió en Maipú hace ya mucho tiempo, y la imagen que posee de esta comuna parece no ser la correcta. En el Maipú contemporáneo el consumismo reina tanto como en cualquier otra comuna de clase media, y la economía local no es tan dinámica como aparenta. Muchas tiendas de retail no han superado las ventas del año anterior y eso se nota en los ofertones que comenzaron a brotar desde inicios de noviembre, y en las caras de cansancio de sus vendedores y jefes de tienda un día sábado por la tarde. El sector de la construcción también está resentido, y eso se puede observar desde la desastrosa remodelación del centro de la comuna, a medio terminar desde hace ya más de un año, hasta los distribuidores locales de materiales de construcción que no tienen quién les compre sus mercancías. Puede que algunos de los consumidores hayan votado por Sánchez para gastar en el supermercado lo que ahorrarán en educación, pensiones, y salud, pero también así lo hicieron algunos agotados vendedores de retail y maestros de la construcción que quieren detener tal reproducción del vivir neoliberal.

A lo anterior sumemos que gran parte de los maipucinos de clase media que experimentan día a día la recesión local votaron por Sebastián Piñera, seguramente apostando por una reactivación económica al corto plazo. Así las cosas, en las grandes comunas de clase media de Santiago al parecer conviven un sinnúmero de sueños y esperanzas que muchas veces nos resultarán inexplicables al momento de ser expresadas en preferencias políticas, y la verdad es que obligarnos a explicar ese fenómeno a través de las etiquetas de neoliberalismo, consumismo, populismo, etc., parece negligente al menos intelectualmente hablando. Entonces, por muy enigmático que se nos presente el comportamiento humano, no deberíamos optar por tomar la píldora azul. Ese análisis complaciente dentro de los límites de la ortodoxia puede comenzar con la simple proposición de que “el votante del Frente Amplio es neoliberal”, pero tiene la potencialidad de conducir a una incorrecta formulación de políticas sociales y económicas, y, finalmente, a una subestimación grosera de los ya evidentes anhelos de cambio presentes en la sociedad chilena.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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