Publicidad

Gratuidad y responsabilidad en la educación universitaria

Eduardo Tarifeño
Por : Eduardo Tarifeño Biólogo Marino
Ver Más


En estos días las universidades chilenas están en el proceso de matrículas de los nuevos alumnos que postularon a las diferentes carreras que ofrecen en el sistema de educación universitaria y que fueron seleccionados de acuerdo a sus puntajes en la PSU y promedios de notas en la educación media. Como es tradicional, las universidades han desplegado una abundante y costosa propaganda en diversos medios de comunicación para atraer a los postulantes, no solo a aquellos con buenos puntajes, sino que a todos los que lograrán disponer del financiamiento adecuado para cancelar los aranceles y matrículas de las respectivas carreras y llenar los cupos ofrecidos. Este año, por segunda vez, el tema de la gratuidad es materia de análisis y discusión no solo por su impacto económico dentro del presupuesto de la nación, sino que también por el impacto social que significa que un parte importante del alumnado universitario que ingresa, los pertenecientes al 60 % de las familias de menores ingresos de la población, podrá hacerlo en forma gratuita, no solo en su ingreso sino también en todos los años durante los cuales curse su carrera.

Aquí surge un tema que no ha sido mencionado ni analizado en la discusión pública realizada con un marcado sesgo político, como es el rendimiento académico que tendrán los alumnos que recibirán este beneficio, o derecho como dicen varios sectores en la discusión pública.

Las estadística del propio Ministerio de Educación, a través del Servicio de Información de Educación Superior (SIES), indican que las deserciones de alumno que abandonan sus estudios el término de primer año son cercanos al 30 %, y que los terminan sus carreras al final de los cinco años que en promedio duran las carreras universitarias, son menos del 50% de los ingresados en cada promoción. En los diversos foros que se ha realizado para analizar estos magros resultados se han indicado que varios son los factores que explicaría esta situación, tales como los problemas desorientación vocacional, mala preparación obtenida en la educación media y planes de estudios de las carreras universitarias que enfatizan en el primer año el aprendizaje memorístico y no el “saber hacer” con un adecuado fundamento teórico.

[cita tipo=»destaque»]Es necesario que en la discusión que se lleva a cabo en el congreso para aprobar el proyecto presentado por el Gobierno, también se incluyan las medidas para incentivar la responsabilidad de los alumnos en sus estudios, especialmente en los primeros años de las carreras.[/cita]

Pero a todo ello, se debe agregar las bajas habilidades de estudio y poca responsabilidad de los alumnos en los estudios dado que por lo general la mayoría de ellos sólo se conforman con aprobar las asignaturas pero sin una adecuada integración de conceptos, ni menos el trabajo personal para suplir sus deficiencias cognitivas.

Si esta irresponsabilidad del alumno universitario está ocurriendo en un escenario donde las carreras tienen un costo no menor para del presupuesto familiar, cabe la duda si la gratuidad cambiará los preocupantes índices de deserción y términos de las carreras. Por ello, junto con el tema de la gratuidad en la educación superior, defendida por muchos como un derecho, también se debería analizar la responsabilidad que los alumnos deben tener en sus estudios; es decir, el deber de cumplir los requisitos y exigencias que cada carrera contempla para entregar el respectivo título profesional y cumplir con lo que la sociedad chilena espera de él, al momento de entregarle la gratuidad en sus estudios. No está claro en lo conocido del sistema de gratuidad cómo se velará para que los beneficiarios de este sistema no caigan en un actitud indolente de estudiar sólo para tener algo que hacer y no entrar en el segmento juvenil de los “ninis” (aquel que ni estudia ni trabaja).

Por lo anterior, es necesario que en la discusión que se lleva a cabo en el congreso para aprobar el proyecto presentado por el Gobierno, también se incluyan las medidas para incentivar la responsabilidad de los alumnos en sus estudios, especialmente en los primeros años de las carreras.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias