Señor Director:
La amenaza de querellas por calumnias que realizaron los Maristas de Chile a través de un comunicado el día 3 de marzo me hace recordar a la estrategia que tomó el gobierno y la presidenta durante un periodo del caso Caval. Recordemos que ella demandó de forma personal a algunos periodistas de la revista Qué Pasa por injurias y calumnias hacia fines de mayo de 2016.
Cuando la revista fue notificada, respondió con un sólido comunicado, dejando en claro que recurrirían a cualquier instancia nacional e internacional para defenderse. Ya a fines de septiembre de ese mismo año la presidenta decidió retirar su acción judicial contra la revista e incluso debió pagar costas a los abogados defensores de aquella revista. Mirando este caso en perspectiva, se puede decir que realizar aquella demanda fue una pésima idea, pues mermó aún más la ya desgastada imagen que tenía Bachelet ante la opinión pública.
Si a la presidenta, cabeza del poder ejecutivo, con todo el poder y arrastre que ella tiene, no le resultó “apagar el fuego con bencina”, ¿qué les hace pensar a los Maristas de Chile que a ellos si les podría resultar? Pareciera un sinsentido hacer este tipo de amenazas, considerando que ellos mismos han reconocido por medio de cartas su participación en algunos casos, y considerando además que tienen un gran número de personas en contra de su comunidad, a la opinión pública en contra y a personas de la misma Iglesia a favor de las víctimas.
Si yo fuera asesor de los maristas, les recomendaría cambiar su estrategia. Hoy, en 2018, aquellas viejas prácticas de amenazas, hemos visto que ya no sirven.
Andrés Yenes
Exalumno IAE Generación 2008
Estudiante de Ingeniería Eléctrica, KIT
