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Resolución de La Haya

Por: Benjamín Riquelme Oyarzún


Señor Director: 

La próxima resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, respecto a la demanda boliviana que exige la obligación de Chile para negociar una salida soberana al océano Pacífico, nos deja una lección aprendida y un desafío.

La lección aprendida es que en las relaciones entre Estados, es decir, en las Relaciones Internacionales, las pretensiones no se fundan en un derecho similar al derecho estatal o civil que conocemos, sino a un principio jurídico al que debemos acostumbrarnos, “lo que no está jurídicamente prohibido, está jurídicamente permitido”, que sirve como fundamento al concepto boliviano de “derechos expectativos”.

El desafío es cómo crear las condiciones para que ambos países trabajen juntos en cumplir la resolución de La Haya, porque su dictamen conlleva la pérdida de una de las partes y no será suficiente una decisión de esa Corte para cambiar la imagen y sentimientos que tiene Bolivia hacia Chile y viceversa, factores que pueden aumentar el distanciamiento entre los países si se abusa políticamente de lo resuelto por la Corte.

Benjamín Riquelme Oyarzún

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