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¿Es realmente una “revolución” la Cuarta Revolución Industrial? Opinión

¿Es realmente una “revolución” la Cuarta Revolución Industrial?


Tal como aconteció en las últimas décadas del siglo XVIII, cuando se dio inicio a la Primera Revolución Industrial en Inglaterra, hoy nos encontramos en un proceso de transformación mundial, pero a una escala muy superior. Hay que tener presente que la llegada de las máquinas a vapor, sumadas a otros factores, significó –nada menos– que el paso desde una sociedad basada esencialmente en la agricultura a una basada en la producción mecanizada, con todo lo que conllevó en términos sociales, económicos y culturales.

Por lo tanto, si entendemos que la “Cuarta Revolución Industrial” (“4IR”, por su sigla en inglés) tiene alcances aún mayores es porque estamos hablando de un cambio difícil de imaginar en toda su magnitud.

La cuarta revolución industrial, en pasos largos, viene transformando la vida de las personas, con innovaciones disruptivas que traen posibilidades inimaginables. En los próximos años, veremos grandes transformaciones en todos los sectores, del pequeño productor agrícola a las grandes industrias multinacionales. La cuarta revolución industrial necesitará, grandes inversiones en tecnologías, pero también de un nuevo profesional, que deberá ser capacitado.

[cita tipo=»destaque»]La cuarta revolución industrial, en pasos largos, viene transformando la vida de las personas, con innovaciones disruptivas que traen posibilidades inimaginables. En los próximos años, veremos grandes transformaciones en todos los sectores, del pequeño productor agrícola a las grandes industrias multinacionales. La cuarta revolución industrial necesitará, grandes inversiones en tecnologías, pero también de un nuevo profesional, que deberá ser capacitado.[/cita]

No podemos considerar la cuarta revolución como una simple compra de tecnología, más si la unión  de innovaciones tecnológicas. Los principale pilares de esta Cuarta Revolución Industrial son: Automatización, Internet de las  Cosas, Simulación Virtual, Computación en la Nube, Realidad Aumentada, Big Data & Analytic, Robots y Ciberseguridad. Donde su base deberá estar formada por la conectividad entre personas, máquinas e sistemas.

Ya no es el paso de la producción manual a la mayormente mecanizada, o el arribo de la producción masiva en gran volumen o el aumento y mejora de las industrias, sino que la llegada de la producción totalmente dedicada al cliente final y altamente autónoma. El gran diferencial de la cuarta revolución industrial va mucho más allá del incremento de  la productividad, pero si producir productos mejores, mas inteligentes y totalmente customizados de acuerdo a  las necesidades de cada cliente.

Para comprender bien los efectos de este proceso hay que tener presentes dos elementos fundamentales a la hora de analizar. El primero de ellos, es que debemos comprender que la “Industria 4.0” está a la vuelta de la esquina y que no es, por lo tanto,  una denominación más de los departamentos de marketing de empresas tecnológicas, como algunos aún creen.

En segundo lugar tenemos que pensar en cómo reconvertir muchos de los actuales empleos y conocer  los nuevos puestos de trabajo que serán posibles y que se crearán a partir de la “Industria 4.0”. En efecto, las organizaciones requerirán personal con nuevos perfiles, más calificados en temas técnicos, pero también valorizarán más habilidades como la inteligencia emocional y la capacidad de colaborar con otros, por mencionar algunas. Lo mismo acontece con los países, ya que si bien muchas naciones podrían perder sus ventajas competitivas – como mano de obra más barata, por ejemplo – podrán aspirar a convertirse en líderes en nuevas áreas y fortalecer su economía.

Como podemos ver la dada la criticidad de las tareas asociadas con estos sistemas “ciberfísicos”, la infraestructura de comunicaciones  – un verdadero “sistema nervioso” – jugará un rol determinante dentro de la fábrica o la industria. Estamos hablando de que las redes físicas deberán tener máxima capacidad, alta disponibilidad y resistencia incluso a ambientes hostiles. Y, por cierto, brindar total seguridad a los datos, ya que de ello dependerá, en gran medida, la productividad. Furukawa este año ya está alineada a esta necesidad con el objetivo principal de la atención a la industria 4.0.

En definitivo, la “Industria 4.0” es realmente una revolución, porque implica cambios sociales y culturales que hoy apenas vislumbramos, junto a transformaciones económicas que permearán no sólo empresas sino a industrias completas, detonando de paso cambios locales y globales a una velocidad sin precedentes en nuestra historia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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