Señor Director:
El pasado viernes, Luis Almagro, en su calidad de Secretario General de la OEA, sugirió que no se puede descartar una intervención militar en Venezuela. Esto es inaceptable, gravísimo. La OEA debe defender la resolución pacífica de las controversias, no posibilitar una intervención militar, que por lo demás sería muy probablemente liderada por Estados Unidos, reavivando la línea más dura de la Doctrina Monroe, bien conocida por nosotros.
Sus palabras son contraproducentes, ya que otorgan mayores argumentos a Nicolás Maduro y sus aliados regionales (como Evo Morales) para victimizarse y desviar las reales causas de la crisis sugiriendo una conspiración extranjera.
También contribuyen a la irrelevancia regional de la OEA, y a su imagen como un canal de transmisión de las ideas de Washington en la región. Esto último considerando que ya en julio pasado Donald Trump sugirió una intervención militar en Caracas, seguido a principios de este mes por el senador Republicano Marco Rubio, explícitamente abogando por esta vía.
Venezuela está en crisis, y la región no está contribuyendo a su solución. El debate se centra erróneamente en la llegada de refugiados a nuestros países, en vez de intentar atacar el problema de raíz. Las palabras de Luis Almagro son inaceptables, e irresponsables.
Diego Leiva Van de Maele
Cientista Político especialista en Relaciones Internacionales, UAH
Magister en Estudios Internacionales, Universidad de Chile
PhD Candidate, Griffith University
