Señor Director:
En el informe emanado por Contraloría a principios de septiembre, en el que se analizó por primera vez la distribución de los recursos que el Estado ha entregado por gratuidad a las instituciones de educación superior, se incurrió en un serio error que podría llevarnos a problemas de interpretación sobre la política.
En su análisis por deciles, dicho informe muestra que los beneficiarios de gratuidad se concentrarían abrumadoramente en el cuarto decil de ingreso (69,5%) y sólo un mínima proporción provendría del primero (2,1%) .
Esto no es correcto. Los porcentajes presentados sólo responden a la forma en que se maneja la información al momento de la asignación de beneficios en el Ministerio de Educación: los primeros cuatro deciles se encuentran agrupados en uno solo (el 4to) y sólo cuando los estudiantes apelan, la información es corregida con el detalle específico del decil (he ahí la explicación de la subrepresentación del primer decil). La agrupación la efectúa el Min. de Desarrollo Social y responde al alto grado de vulnerabilidad asociado a estos deciles (ingreso per cápita medio inferior a los $148.000).
Llama la atención que Contraloría no haya reparado en este punto, así como también que el Ejecutivo no haya efectuado una aclaración enfática sobre esto. De hecho, estos datos han llevado a que importantes investigadores en la materia (José Joaquín Brunner en la Comisión del Senado y Felipe Balmaceda en una carta a La Tercera) hayan cuestionado el supuesto poco impacto que la política tendría en diversidad.
Sería esperable que el órgano contralor o el Mineduc corrigieran oficialmente esta información. Evidentemente, lo anterior no obsta plantear la conveniencia de mejorar este sistema de información, pero claramente la prioridad en este minuto es corregir este grave error.
Roberto Flores
Ex – asesor MINEDUC
