Señor Director:
Las elecciones del año pasado mostraron un aumento sustantivo, aunque no deseable, del porcentaje de mujeres en el Congreso Nacional, pasando del 15% al 23%, y del cual hicimos fiesta y nos abrazamos todos y todas. Sin embargo, la algarabía nos duró poco, y más aún las medidas concretas a las se comprometieron para concretar una participación real. El día 29 de septiembre, el Ejecutivo ingresó al Congreso Nacional el presupuesto 2019, y tal como lo manda nuestro ordenamiento jurídico, se procedió a la conformación de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, la que se compone de 26 miembros. De ellos, solo 3 son mujeres; a saber, las Senadoras Eva Von Baer, Adriana Muñoz D`Albora y Ximena Rincón. De las 35 diputadas, ninguna fue considerada para integrarla. De las senadoras mencionadas, sólo la última conforma la Primera Subcomisión Especial Mixta de Presupuestos, encargada de conocer la Partida 27, relativa al Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. Mientras que en Salud, donde se discutirá el presupuesto asignado a la ejecución de la Ley de Aborto en 3 causales, entre tantos otros temas importantes para nosotras, no hay ninguna representante del género femenino. Cabe destacar, que solo 3 de las 5 subcomisiones considera escuetamente la participación femenina, una representante apenas, ninguna de ellas diputada.
Esta invisibilización de las mujeres en el espacio público resulta indignante, si tenemos en consideración las consecuencias prácticas que implican formar parte de las subcomisiones de discusión del erario nacional, toda vez que los miembros de éstas tienen derecho a voto respecto de cada una de las partidas que lo conforman, las que sin duda tienen una injerencia diaria en la vida de las mujeres.
Esta situación no es ajena a una realidad que se ha instalado en el Congreso, ya que en la legislatura pasada hubo solo una integrante mujer de la Comisión Especial Mixta de Presupuestos, y en la actualidad, ninguna de las Comisiones de Hacienda, ni la de la Cámara, ni del Senado, la integran mujeres.
Lo anterior debe encender las alarmas, ya que es tiempo de que el discurso enarbolado por los partidos políticos respecto de alinearse con las demandas feministas donde las mujeres reclamamos y exigimos, entre otras cosas, una representación real en la toma de decisiones y en la participación de los espacios públicos, se refleje en acciones concretas. No nos sirven las declaraciones de buenas intenciones, sino que reivindicamos nuestra inserción de manera efectiva en las discusiones importantes, sobre todo tratándose de decisiones y debates de políticas públicas, donde no cabe duda que el presupuesto de la nación es uno de ellos. ¡Basta ya! de que éstas tengan un enfoque netamente masculino, pues nosotras, como ciudadanas, mucho tenemos que aportar al respecto.
Daniela Cicardini. Diputada
Jenny Álvarez. Diputada
Karina Uribe Peña. Abogada
Lía Arroyo. Abogada
Mariluz Valdés. Abogada
Teresa Fabrés. Abogada
