Señor Director:
Los chilenos seguimos trabajando después de los 65 años. El último año la tasa de empleo de las personas entre 65 y 69 en Chile creció aceleradamente, alcanzando el 38,4% siendo una de las cifras más elevadas de la OCDE.
Y si bien, gran parte de esta tasa se debe a las bajas pensiones, muchas de estas personas aún conservan la vitalidad para continuar activas. Asimismo, los países que tienen un sistema de pensiones mejor que el de Chile tienen una edad de jubilación más alta. Alemania, Dinamarca, Italia y Holanda fijan la jubilación a los 67 años, en tanto, Reino Unido e Irlanda tienen como límite los 68 años.
En ese contexto, el Aporte Adicional al Esfuerzo, propuesto en la reforma de pensiones no habría de ser un problema para el chileno. Incrementar en un 50% los recursos que se recibe cada año (alcanzando los 4 millones al quinto año), disponer libremente de ellos y además seguir aportando a la jubilación, sin duda, mejorara la calidad de vejez, la expectativa de vida y la inclusión de millones de personas que hoy son rechazadas por tener un par de años más en el cuerpo.
Patricio González B.
Ingeniero
