Señor Director:
En un contexto en que se busca promover una educación pública más integral e inclusiva, el proyecto de reforma al Sistema de Admisión Escolar (SAE), que busca reponer la selección en los establecimientos chilenos, constituye un retroceso para la justicia en educación.
Tenemos vergonzosos lugares en los rankings mundiales de desigualdad social y segregación escolar, y ciertamente una medida como la que se propone no favorecerá que salgamos de esas categorías. Las lógicas de mercado, con continuidad e intensificación desde la dictadura hasta hoy, favorecen que nuestra educación se centre en la competencia y el logro individual, lo que se sostiene bajo la ilusión de la idea de “mérito”. No puede haber un aula justa cuando a la base se encuentran ideas como el mérito y la libertad de elección por sobre el derecho a la educación, las cuales perpetúan la desigualdad. Junto con ello, la investigación ha sido contundente en señalar que los procesos de evaluación asociados a la selección se explican principalmente por el capital socioeconómico y cultural de las familias, por lo que volver a la selección estaría lejos de responder a un ideal de justicia, muy por el contrario, haría nuestra educación y nuestra sociedad todavía más injustas.
Sin duda que, como toda política, el actual sistema de admisión requiere ajustes y mejoras, pero estas no pueden constituir un daño a la educación pública. Como Departamento de Estudios Pedagógicos de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, aspiramos a que nuestros futuros profesores y profesoras puedan trabajar en entornos que les permitan poner en práctica sus ideales de inclusión y de una visión integral de la educación, por lo que manifestamos nuestro rechazo al proyecto que se propone, que ignora la contundente evidencia de investigación y propone sin más base que la ideología un retroceso a todas luces negativo.
Óscar Aguilera
Director
Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP)
Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile
