Señor Director:
La megasequía que nos afecta desde hace varios años no solo ha impactado en la reducción de caudales o derechamente en el desecamiento de cursos de agua y lagunas, como es el caso de Aculeo, Peñuelas o laguna Torca. El impacto también es observable sobre nuestro bosque esclerófilo, formación característica de la zona central del país y constituida por peumos, bellotos, quillayes, boldos, litres, entre otras especies. La sequía y en particular la notoria reducción de precipitaciones el pasado invierno, el más seco del que se tenga registro, ha llevado a que extensas superficies de estos bosques en la zona central se estén secando de manera acelerada. El impacto ambiental es relevante, ya que el bosque esclerófilo chileno es uno de los cinco bosques mediterráneos en el mundo y además forma parte de un hotspot de biodiversidad.
En ausencia de precipitaciones es poco lo que se puede hacer para revertir este proceso, sin embargo, es posible implementar un monitoreo permanente de estos bosques y trabajar desde ya en la implementación de proyectos para la recuperación de estos bosques, incluyendo forestaciones que debieran ubicarse en sectores más favorables para su crecimiento.
Roberto Cornejo Espósito
Presidente Nacional Colegio Ingenieros Forestales