Señor Director:
La pandemia se ha encargado de recordarnos la importancia de la producción de nuevo conocimiento al servicio de las sociedades y la calidad de vida de las personas. Sin embargo, las estadísticas COVID-19, como centro de la noticia, han invisibilizado las profundas repercusiones de esta crisis para el desarrollo de la ciencia en nuestro país.
En estos meses hemos sido testigos de inacción y decisiones desafortunadas por parte de autoridades de gobierno, afectando directamente la formación de futuros investigadores e investigadoras. Por un lado, la negación de la extensión de beneficios a los actuales becarios ANID en Chile y en el extranjero, de magíster y doctorado, que han visto interrumpidos sus estudios por la crisis. Por otro lado, la suspensión de la convocatoria Becas Chile 2021, dejando a cientos de postulantes con trámites de alto costo sin rumbo alguno. Sumado a los perjuicios ocasionados a los involucrados, estos hechos ponen en riesgo el desarrollo de la investigación chilena y, por tanto, provocan daños inconmensurables al avance del país.
A un par de días del primer aniversario del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, lo relatado más arriba resulta un verdadero contrasentido. Es indudable que vivimos tiempos presupuestarios complejos, pero el desarrollo de la ciencia no puede abordarse desde una mirada cortoplacista y arbitraria. Resulta imperativo generar acciones inmediatas que permitan revertir este preocupante escenario, impulsando mecanismos que cautelen, tanto el apoyo sostenido a la investigación como la formación de nuevas generaciones de científicos.
Carolina Cuéllar, Presidenta Red de Investigadores en Educación Chilena (RIECH)
Carmen Gloria Zúñiga, Vicepresidenta RIECH
María Paz González, Secretaria RIECH
Dalku Arroyo, Tesorera RIECH
