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¿Universalizar o focalizar las ayudas? Una opinión disidente MERCADOS|OPINIÓN

¿Universalizar o focalizar las ayudas? Una opinión disidente

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Joseph Ramos
Por : Joseph Ramos Profesor Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile
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Se ha ido instalando la idea –tanto en el gobierno como en la oposición– de que hoy se debe avanzar hacia la universalización de las ayudas más que en focalizarlas. No he visto la evidencia para sustentar tal tesis. Los datos que sí conozco, y que presento a continuación, sugieren lo contrario, que es momento para focalizar. Universalizar las ayudas hoy me parece un descuido de recursos escasos.

Primero, el 19 de abril recién, como aporte a la discusión sobre un posible tercer retiro de las AFP, el Presidente del Banco Central hizo una presentación que indicaba que en el primer trimestre de 2021 las ayudas y transferencias del Gobierno, sin incluir los retiros de las AFP, eran aproximadamente US $1.200 millones mayores a las caídas de ingreso de la fuerza laboral total, así como para sus primeros cuatro quintiles en conjunto. Se deducía que no se necesitaba el tercer retiro.

Segundo, según el INE el salario medio ha crecido 1% real desde principios de 2019, justo antes de la pandemia, a la actualidad. Asimismo, según la Superintendencia de Pensiones (SP), el ingreso imponible medio de los 5,6 millones que actualmente cotizan creció 1% real entre enero-febrero 2020, justo antes de la pandemia, hasta enero-febrero 2021 en la actualidad. Es más, según la misma SP, las últimas cifras disponibles respecto al salario mediano, tal vez mejor reflejo que el promedio, muestran que este cayó apenas 2% real en el primer semestre de 2020, que incluye el peor período de la pandemia, los 3 meses de confinamiento intenso, respecto al primer semestre de 2019. Deduzco que como el promedio de trabajadores ya no está sufriendo una merma en sus ingresos, tampoco se necesita o justifica una ayuda universal.

Tercero, lo mismo puede concluirse de los pensionados. Su pensión será baja, bajísima, pero no fue afectada en absoluto por la pandemia. Tampoco, por tanto, deberían ser objeto de ayudas especiales, al menos a raíz de la pandemia.

¿Significa que no hay que hacer nada más? Por cierto, que no. Sabemos que los promedios esconden situaciones dispares. Si bien esta evidencia sugiere que el chileno promedio no necesita más ayuda a raíz de la pandemia, dentro de ese promedio hay muchos que sí necesitan ayuda y mucha ayuda, por estar sin trabajo (alrededor de un millón que antes trabajaban y en la actualidad, por la pandemia, no). Así también hay otros, sobre todo trabajadores por cuenta propia, con trabajo pero que están ganando significativamente menos que lo normal debido al confinamiento. Mas esto significa la necesidad de focalizar la ayuda en estos grupos que realmente lo necesitan (1 1/2-2 millones de trabajadores) y no en la mayoría que no ha sufrido mermas significativas de sus ingresos (del orden de 7 millones de trabajadores).

Un instrumento que se ha descuidado es el Seguro de Cesantía. Sus beneficios caducan al séptimo mes. Por tanto, ya no reciben el seguro ese millón de chilenos que quedaron sin trabajo en el apogeo de la pandemia, entre abril y septiembre de 2020, y aún hoy siguen sin trabajo. El seguro debería extenderse al menos hasta fin del 2021; y por montos superiores, de 70% del salario anterior decreciendo a 60% para fin de año. Como estas personas ya habrán vaciado sus cuentas individuales de cesantía, los recursos provendrán del fondo de cesantía solidario, que está con fondos suficientes (y cuyos fondos han caído apenas 17% en esta, ¡la peor crisis en 40 años!). Y en cuanto a las personas cuyos ingresos hayan caído significativamente respecto a antes de la pandemia, propongo que hasta fin de 2021 se les supla su ingreso hasta alcanzar el 90% de lo que ganaban antes de la pandemia, con un tope de $1 millón al mes (para ayudar no solo a la gente modesta sino también a la clase media).

Independientemente de los méritos de mis sugerencias concretas, mi punto mayor es que la evidencia sugiere que tal vez un año atrás había necesidad de ayudas amplias y generosas. Mas hoy la necesidad no está en universalizar las ayudas sino focalizarlas, con fuerza, en los grupos especialmente afectados. Lo que digo no será políticamente correcto, pero me parece que es lo que se desprende de los datos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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