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Niñas y niños sin fronteras Opinión

Niñas y niños sin fronteras

Álvaro Carreño
Por : Álvaro Carreño Director Ejecutivo Triple P Latinoamérica.
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Consideramos fundamental que quienes tienen la responsabilidad de dirigir el país puedan clarificar cuál es su mirada a la hora de educar a la ciudadanía en el respeto irrestricto de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Hasta ahora y ante los hechos recientes, la respuesta institucional ha ido en la dirección correcta. Nos tranquilizan ejemplos como el de la Defensoría de la Niñez y su rápida reacción, al presentar recursos judiciales para garantizar el derecho a protección de los menores afectados por los ataques xenófobos de Iquique.


Los ataques perpetrados en Iquique contra familias migrantes reflejan una cruel e indolente realidad. La imagen de coches, cunas, pañales y juguetes de niñas y niños ardiendo mientras sus madres, padres y cuidadores huían buscando refugio, es muy triste y dolorosa. Condenamos profundamente los actos de violencia contra personas que buscan una mejor vida para sus familias lejos de su tierra natal.

Niñas y niños no tienen fronteras. Ninguna persona debiera ser objeto de discriminación, menos aún cuando estamos frente a una crisis humanitaria, social o política. Todavía tenemos en nuestras retinas las impactantes imágenes de niñas y niños migrantes enjaulados en Estados Unidos, o expuestos a peligros extremos en el Mediterráneo, como resultado de procedimientos y políticas que poco tienen que ver con el deber que nos atañe a todos como sociedad, de cuidar y proteger la infancia.

[cita tipo=»destaque»]¿Cómo nos hacemos cargo del deber que tenemos como sociedad de apoyar el cuidado de niñas y niños? ¿Cómo impacta esto en el país que queremos proyectar al futuro y a las nuevas generaciones?[/cita]

Hace muy poco, el tema del derecho de los padres a ejercer un rol preferente en la educación de niñas, niños y adolescentes fue objeto de declaraciones cruzadas de distintos bandos políticos. En tal sentido y de cara a lo que se viene en el trabajo de la Convención Constitucional y la próxima elección presidencial, es muy pertinente saber qué opinan los distintos conglomerados y candidatos, no solo frente al tema de la inmigración, sino también acerca del reconocimiento y valorización del rol que cumplen padres, madres y cuidadores, y de cómo nos hacemos cargo de entregarles condiciones para que puedan efectivamente ejercer el rol de cuidado y protección de las niñas y los niños en nuestro país.

Consideramos fundamental que quienes tienen la responsabilidad de dirigir el país puedan clarificar cuál es su mirada a la hora de educar a la ciudadanía en el respeto irrestricto de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Hasta ahora y ante los hechos recientes, la respuesta institucional ha ido en la dirección correcta. Nos tranquilizan ejemplos como el de la Defensoría de la Niñez y su rápida reacción, al presentar recursos judiciales para garantizar el derecho a protección de los menores afectados por los ataques xenófobos de Iquique.

¿Cómo nos hacemos cargo del deber que tenemos como sociedad de apoyar el cuidado de niñas y niños? ¿Cómo impacta esto en el país que queremos proyectar al futuro y a las nuevas generaciones?

Más allá de consideraciones políticas particulares, no podemos pasar por alto asuntos tan esenciales como el cuidado y la protección de niños, niñas y adolescentes. La sociedad que seremos mañana, con sus valores y principios, depende de nuestros actos presentes y de las responsabilidades que asumimos hoy.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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