Violencia en la Macrozona Sur

La actual situación de violencia que afecta a la Macrozona Sur es de la mayor relevancia para el país y uno de los mayores desafíos que tendrá el futuro Gobierno del Presidente electo, Gabriel Boric. Por lo cual, es muy importante que construya una definición propia del conflicto que ahí se observa. No se trata solo de un problema semántico, ya que la definición que adopte será crucial para buscar una probable estrategia que dé respuesta al mismo desde el punto de vista político, del empleo de la fuerza y humanitario.

En esa dirección, Athenalab ha difundido un documento en el que examina la situación del conflicto a la luz de los estudios y experiencias sobre insurgencias o guerrillas.

Porque si bien lo que ocurre en la Macrozona Sur no tiene la magnitud de lo vivido en países de la región en décadas anteriores, como Perú o Colombia, se presentan elementos recurrentes e inquietantes que permiten obtener lecciones que sean un aporte para abordar el conflicto y evitar su escalada.

[cita tipo=»destaque»]Si se debe emplear la fuerza del Estado, las experiencias revisadas señalan que su uso para un conflicto de las dimensiones actuales, debe ser “quirúrgico” y siempre excepcional, no obstante no se puede descartar un uso mayor de ella si la agresión es mayor.[/cita]

Dicho texto destaca, en materia de clasificación de conflictos, que en la Macrozona Sur se está ante un conflicto armado interno, muy acotado en el territorio, pues los principales hechos se concentran en cuatro comunas; de baja intensidad, tomando en consideración el número de fallecidos hasta la fecha (menos de 50 en tres décadas); no convencional, dadas las tácticas de guerrilla y terrorismo empleadas; y de mediana duración (si se toma como fecha de inicio 1990), pero con indicios de extenderse. Esta conceptualización podría ayudar a tener mayor claridad a la hora de definir las acciones del Estado, desarrollar políticas públicas e, incluso, diseñar una estrategia eficiente para restaurar la paz.

Seguidamente, el documento publicado por Athenalab propone algunas alternativas para enfrentar el conflicto. Primero, reconoce la sensibilidad que la población de Chile tiene sobre el conflicto, disminuyendo cada vez más el apoyo o justificación de la violencia. Segundo, si el futuro Gobierno opta por el diálogo, debería considerar el establecer ciertas condiciones previas, en la etapa de prenegociación, como establecer el prerrequisito del cese de hostilidades. Tercero, si se debe emplear la fuerza del Estado, las experiencias revisadas señalan que su uso para un conflicto de las dimensiones actuales, debe ser “quirúrgico” y siempre excepcional, no obstante no se puede descartar un uso mayor de ella si la agresión es mayor. Cuarto, junto con reiterarse la necesidad de identificar y definir adecuadamente el problema, cosa a la que el texto contribuye directamente, se proponen cinco aspectos que debería considerar una solución integral y permanente:

• Reconocimiento a los pueblos originarios (probablemente sea materia de la nueva Constitución).
• Restitución de la confianza de los pueblos de la zona en el Estado.
• Macrozona Sur en paz y libre de la violencia de grupos armados organizados.
• Actividades económicas sustentables, es decir, que generen empleos necesarios, que sean amigables con el medio ambiente y respeten las tradiciones.
• Lograr que se perciba acción permanente de un Gobierno central legítimo.

Finalmente, se trata de un trabajo que junto con presentar un análisis actualizado del desafío del actual conflicto en La Araucanía, se atreve a proponer algunas líneas generales que pueden orientar un trabajo más específico, a la hora de definir una estrategia, que razonablemente pueda encontrar una instancia de solución, ojalá en el corto plazo.

Consulta el documento aquí.