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Sequía: la urgencia de una política pública para la reutilización del agua Opinión

Sequía: la urgencia de una política pública para la reutilización del agua

Juan Eduardo Saldivia
Por : Juan Eduardo Saldivia Abogado y ex Superintendente de Servicios Sanitarios
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El Presidente de la República anunció recientemente la promulgación del reglamento para la reutilización de las aguas grises. Muy buena noticia, ya que llevaba pendiente casi cuatro años, algo inexplicable en el contexto de sequía extrema que vivimos. Ello significará, en la práctica, que las nuevas urbanizaciones o proyectos inmobiliarios podrán instalar sistemas de recolección y tratamiento de aguas grises separados de las aguas negras (o servidas) para destinarlas, ya sea al riego del mismo proyecto y/o a cargar los excusados.

La ley de aguas grises va a quedar prontamente chica, ya que la reutilización de ellas para regar espacios públicos es extraordinariamente burocrática. Es un primer paso y un gran aporte, ya que todas las medidas suman en el complejo escenario hídrico, pero no significa para nada una solución definitiva y urgente a la sequía extrema que ya se prolonga por 13 años, dado que para ver resultados importantes en cuanto a caudales reutilizados pasarán muchos años.

Lo que sí puede aportar de manera sustancial es que se puedan reutilizar las aguas servidas tratadas de ciudades completas y de manera mucho más eficiente a lo que se realiza hoy. En efecto, las aguas servidas tratadas por las empresas sanitarias son descargadas a los cauces naturales y parte de ellas se ocupan para fines agrícola durante la temporada de riego. Fuera de temporada, escurren sin nuevos usos. Entonces, perfectamente podrían volver a las partes altas de los ríos para que las sanitarias las reutilicen. Pueden ser muchos los nuevos usos, recarga de acuíferos, entrega a los regantes a cambio de que las mismas sanitarias puedan usar los derechos de agua de los regantes para disponer de más recurso en el río para el consumo humano. Por qué no, más adelante, derechamente repotabilizarlas para su consumo. Esto ya se hace en otros países.

Ahora, como estas cosas no ocurren de la noche a la mañana, y menos por arte de magia, se requiere que las autoridades diseñen e implementen una política nacional para la reutilización de las aguas tratadas de manera que demos un salto de envergadura en materia de economía circular, pero por sobre todas las cosas, para asegurar el consumo humano en un futuro cada vez más seco. La tecnología existe, la experiencia internacional también. El agua servida tratada está allí esperando para que la usemos muchas veces y de manera más eficiente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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