Opinión
Este 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, nos recuerda la importancia de reflexionar al respecto. En la última cumbre mundial que World Travel & Tourism Council realizó en abril en Filipinas, se abordó una completa agenda acerca de la importancia de asegurar la sustentabilidad del turismo en el mundo. Y esto no solo se trata de discutir acerca de la preservación del planeta, sino también de resolver otras preguntas complejas: ¿cómo el turismo impacta el crecimiento de las comunidades locales?
Ahora que el turismo está dando fuertes señales de recuperación en el mundo, con la demanda por tickets aéreos literalmente por las nubes, es momento de pensar en el rol que el turismo debe jugar respecto de su impacto social, económico y medioambiental.
Este 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, nos recuerda la importancia de reflexionar al respecto. En la última cumbre mundial que World Travel & Tourism Council realizó en abril en Filipinas, se abordó una completa agenda acerca de la importancia de asegurar la sustentabilidad del turismo en el mundo. Y esto no solo se trata de discutir acerca de la preservación del planeta, sino también de resolver otras preguntas complejas: ¿Cómo el turismo impacta el crecimiento de las comunidades locales? ¿Cómo el turismo potencia las diferentes culturas y les agrega valor? ¿Cómo las integra en las experiencias del viajero alrededor del mundo?
En la cumbre, se revisaron los desafíos de la industria hacia 2030 respecto de la sustentabilidad, la inclusión y la diversidad. Al respecto, los principales exponentes del sector en el mundo destacaron la necesidad de que el turismo profundice en la integración de las comunidades locales, pues esta industria puede ser el “nuevo petróleo” debido a su impacto económico y social. Esa concepción, define un turismo que respeta las diferencias, en la que todos los niveles de negocios de turismo pueden subsistir y coexistir, en un marco de emisión de carbono neutral.
¿Y en Chile qué estamos haciendo al respecto? Es lamentable saber que nuestro país es el primero en Latinoamérica en alcanzar el sobregiro ecológico. Es decir, sobrepasamos nuestra biocapacidad, según las mediciones de la Red Global de Huella Ecológica. Esto significa que la demanda de recursos y servicios naturales de nuestro país ha superado la capacidad anual de regenerarse. Hoy más que nunca, necesitamos más conservación y más cultura al respecto.
Dicho esto, lo cierto es que, para los turistas extranjeros, Chile sigue siendo atractivo por su oferta de parques nacionales, con especial foco en Torres del Paine, Rapa Nui y San Pedro de Atacama. Es clave que en nuestro país, tan valorado por los viajeros de todo el mundo como destino, avancemos hacia una industria que no solo mide su huella de carbono sino que también la reduce. Es necesario desarrollar plan junto a Corfo para reducir a 0 (cero) el uso de energías fósiles en los hoteles en los destinos turísticos de Chile.
Ideas como estas son las que se necesitan. No hay otro modo de pensar en el turismo en el futuro si no es enfrentando hoy los desafíos y externalidades de la industria. Por lo demás, la tendencia es a buscar destinos y parajes que respetan el entorno, lo incorporan en forma natural y lo ponen en valor.
