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Full monty: los peligros del todo o nada Opinión

Full monty: los peligros del todo o nada

Álvaro Pavez Jorquera
Por : Álvaro Pavez Jorquera Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Valparaíso. Director del Área de Litigios en Ferrada y Asociados. Ex Jefe de la División Judicial y Subsecretario de Justicia (S) del Ministerio de Justicia y DD.HH durante el segundo Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
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No hay plazo que no se cumpla —ni deuda que no se pague, reza el viejo refrán— y así avanza inexorablemente el tiempo hacia el 4 de septiembre de 2022, fecha prevista para el denominado plebiscito de salida que zanjará, en una lógica de blancos y negros, si tendremos un nuevo texto constitucional o nos mantendremos bajo el texto que nos rige hasta hoy.

Desde las veredas del Apruebo, como es evidente, cifran sus expectativas, esfuerzos y esperanzas en que se imponga el nuevo texto constitucional, pues aunque no sea el texto ideal —confiesan varios en privado—, a partir de esa base o cimiento se podría ir, reformas y leyes de por medio, construyendo un orden social básicamente más justo que el cimentado en el texto de Jaime Guzmán.

El gran riesgo de esta definición electoral —también confiesan varios en privado— es que si se impusiera el Rechazo, no habrá nuevos espacios para promover reformas sustantivas a la “obsoleta” Constitución del 80, pues durante largos años se le ha negado al actual Parlamento el poder constituyente y no hay ninguna posibilidad de reeditar una nueva convención, ni asamblea, ni nada parecido.

Se agrega a lo anterior una posición peregrina y dividida de una derecha que aún no es capaz da aunarse bajo un solo criterio en torno a la necesidad de cambios constitucionales y que, en relación con el texto propuesto por la Convención, ya anunció su posición de Rechazo.

Pablo Longueira, el primer peregrino del Rechazo, es la ambivalencia personificada de la derecha: queremos cambios, pero no esos cambios que –a la sazón— aún no se conocían, declaraba el exdirigente estudiantil, exsenador y extimonel de la UDI. ¿Estamos ante un verdadero telépata o ante un refinado estratega?

Si en las veredas del Apruebo hubiera algún estratega tan refinado como Pablo Longueira (porque lo que hubo detrás de sus palabras no fue más que estrategia) quizás hoy sería el mejor momento para sentarse a dialogar desde la vereda del Apruebo hacia la del Rechazo

El Apruebo tiene a su haber, y por lo tanto como respaldo, el pocas veces visto resultado electoral por hacer una nueva Constitución, es decir, por hacer cambios. Tiene a su haber también la abrumadora mayoría obtenida en el órgano democráticamente legitimado para realizar esos cambios. En un punto pretérito de la línea del tiempo, podemos afirmar que el Apruebo tiene este gigantesco respaldo, y resulta natural que, confiando en él, no estimen necesario sentarse a conversar con nadie, pues tienen el poder.

El poder, sin embargo, es efímero, y en la línea del tiempo se avanza hacia otro punto importante y desconocido (quizás no para Longueira) que es el plebiscito de salida. Entre un punto y otro de la línea del tiempo hay muchas cosas que pasan y pasarán. Si gana el Apruebo, ya sabemos que está la voluntad de los triunfadores de arreglar la carga en el camino, pero si gana el Rechazo hay solo incertidumbre, pues desde la vereda del Rechazo «no se oye, padre», aunque razonablemente sabemos que está el temor que para ellos significa el Apruebo.

El todo o nada que representa el plebiscito de salida, en estas nefastas y pueriles lógicas de los blancos y negros, le otorga a la política un espacio fértil para el diálogo, para los encuentros, para sentar realmente bases de mínimos comunes denominadores, que superen esa vieja y mal entendida lógica de que las democracias son las imposiciones de las mayorías, sobre todo en épocas en que hemos comprendido que el respeto a las minorías es necesario y fundamental si queremos sentar verdaderas bases de respeto y entendimiento social.

Que la ambición del Apruebo no termine rompiendo el saco, pues el riesgo es demasiado grande.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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