Opinión
El plebiscito del 4 de septiembre será transcendental porque en dicho acontecimento, como pocas veces, se expresan con claridad dos modelos distintos de sociedad, el resultado del plebiscito marcará el camino que recorreremos las próximas décadas. El triunfo del Apruebo abre la posibilidad de superar democráticamente la actual crisis social, económica, ambiental y política que aqueja a nuestro país, fijando rumbo claro hacia las transformaciones urgentes que Chile demanda.
La elite política y económica se ilusiona y apuesta por la victoria del Rechazo, pretendiendo mantener continuidad del dominio que ejercen durante siglos; esta desesperación de la elite se ha vuelto evidente en este último periodo, donde sin pudor alguno difunde mentiras y lanzan amenazas brutales, promoviendo el odio, el miedo y la desinformación.
Desesperados por el eventual término de las ventajas y privilegios que les concedió la Constitución de 1980, hoy se aferran con uñas y dientes al orden político ideado por Jaime Guzmán, sin vergüenza alguna manipulan la realidad y pretenden negar lo evidente: Chile despertó. En el Chile de verdad, lejos de los salones aristocráticos, las oficinas de El Mercurio y las luces de los shows de televisión, las clases populares y amplios grupos medios se manifiestan cada día más abiertamente por la transformación social, apostando por la construcción de un nuevo país que supere las inequidades de un modelo que se agota a escala mundial.
En ese sentido, desde San Antonio, comuna donde el Apruebo obtuvo cerca del 88,75% de las preferencias, valoramos enormemente el proyecto de nueva Constitución elaborado por la Convención Constitucional, participamos activamente del proceso, tanto en lo que respecta a la promoción de Iniciativas respecto de Gobiernos Locales, como de materias históricamente invisibilizadas como es el caso de las ciudades puertos.
Es en la propuesta de nueva Constitución donde por primera vez, aparecemos la ciudades puertos como un asunto de interés nacional, reconociendo la importancia de esta actividad para el abastecimiento de las comunidades, fijando en correspondencia principios claros para un Nuevo Trato con las ciudades puerto.
En tal aspecto, el Artículo 139 es sumamente claro en reconocer que la Mar debe tener un ordenamiento jurídico sobre la base de sus características propias en los ámbitos social, cultural, medioambiental y económico. De igual forma, en el Artículo 186, señala que el Estado deberá tener una Política Nacional Portuaria que asegure la eficiencia en el borde costero, responsable de los bienes comunes naturales, con participación pública en los recursos que genere la actividad, la que debe estar vinculada a los territorios y comunidades en las cuales se emplazan los recintos, así como el reconocimiento de la carrera profesional portuaria como de alto riesgo.
Todo ello, constituye un valioso instrumento normativo que nos concede real importancia a las ciudades puertos y el rol que cumplimos en el desarrollo social y económico de Chile, una cuestión que en medio de la vorágine neoliberal ha sido olvidada, pero que la Convención supo escuchar, atendiendo a los portuarios sanantoninos, Alcaldías de Valparaíso y San Antonio, quienes participamos del proceso aportando nuestra visión y manifestando las inquietudes de la comunidad.
A la luz de lo anterior, el alcance de la nueva Constitución para San Antonio y otras comunas portuarias significa la oportunidad histórica para dejar atrás largos años de atraso, maltrato y abandono; cuestión que consideramos será ampliamente valorada y sentida por nuestras comunidades lo cual se expresará en un apoyo masivo al Apruebo en el plebiscito del 4 de Septiembre, como faro que ilumina el rumbo para que el nuevo Chile no naufrague y enfile definitivamente a buen puerto. El proceso de transformaciones abierto el 18 de octubre del 2019, a pesar de los frenos conservadores de la elite, ha seguido avanzando impulsado por la fuerza protagónica de todas las comunidades del país que han decidido tomar el timón y enfilar el nuevo Chile hacia puertos de justicia, solidaridad y equidad.
