Señor Director:
Llevamos muchos años, y múltiples reportajes periodísticos, de las prácticas de venta y tráfico de medicamentos fuera de farmacias. No es secreto que la cantidad de fiscalizadores y recursos para controlar esta situación no abundan, tanto así que hace unos meses el intendente Claudio Orrego hizo un llamado a coordinar a diversos actores frente a esta actividad desbocada.
Los riesgos del mal uso de medicamentos y narcotráfico son múltiples, sin embargo, hay problemas más graves que otros, tanto desde el punto de vista del riesgo para la ciudadanía como para las repercusiones en el sistema sanitario. Esto implica priorizar y enfocar los esfuerzos en la distribución mayorista y venta al por mayor, y por otro lado, hacer un llamado a los parlamentarios a que, si identificamos al medicamento como un bien esencial para la salud pública, como lo presenta el proyecto de Ley de Fármacos 2, aborden este tema no solamente desde la “venta ilegal”, sino más bien desde el daño público que se hace.
Cuando un problema es grande, no queda otra que acordar entre los actores del sector una priorización y coordinación para enfrentarlo. De otro modo seguiremos viendo medicamentos en las ferias libres y reportajes de denuncia, sin muchos cambios en el corto – mediano plazo.
Jorge Cienfuegos,
académico de la Escuela de Química y Farmacia UNAB.
