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Derribando los mitos de la electromovilidad Opinión

Derribando los mitos de la electromovilidad

Lorenzo Reyes Bozo
Por : Lorenzo Reyes Bozo Decano Facultad de Ingeniería. Director Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables, Universidad Autónoma.
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La crisis climática actual hace imperioso avanzar en procesos de descarbonización. La gran industria, el transporte, la generación de energía eléctrica y las personas en general, debemos hacer un cambio cultural para incorporar energías limpias e incluir tecnología más eficiente y amigable con el medioambiente. En este ámbito, la electromovilidad se ha ido posicionando, sustentada en el diseño y operación de ciudades más inteligentes.

En el mundo, en 2021, se vendieron 6,6 millones de vehículos eléctricos y, en nuestro país, un total de 570 unidades. Actualmente, a nivel global se cuenta con 16,5 millones de vehículos eléctricos circulando. Los principales impactos de estos números consideran un consumo energético de 31.400 GWh y un ahorro de 0,2 millones de barriles de petróleo diarios. Sin duda, si la producción de energía se sustenta en fuentes renovables, se está avanzando de buena forma para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al transporte, pues este sector hoy es el responsable de al menos el 25% de las emisiones globales de CO2.

Los principales mitos de la electromovilidad se sustentan en: “El vehículo eléctrico es muy caro”. Si solo miramos el costo de inversión, en China un vehículo eléctrico en promedio tiene un costo solo 10% superior a uno de combustión interna. Sin embargo, al considerar el costo de operación, uno eléctrico consume un 20% de la energía que requiere un vehículo de combustión interna por kilómetro recorrido. Por lo tanto, a mayor uso, menor costo del vehículo eléctrico.

Un segundo mito considera: “El vehículo eléctrico no tiene autonomía suficiente”. Los vehículos eléctricos con batería tienen una autonomía promedio de 250 km, lo cual es suficiente para recorrer trayectos en ciudad y planificar los tiempos de carga, tal cual lo hacemos con nuestro celular. Asimismo, vehículos con pilas de combustible han logrado una autonomía superior a 1.000 km, lo cual es superior a la registrada por los de combustión interna.

Un tercer mito está asociado a que “la electromovilidad es algo del futuro”, sin embargo, tiene historia, evidenciada en trenes y trolebuses. Asimismo, distintos países han planteado el fin de la comercialización de los vehículos de combustión interna. Por ejemplo, Noruega en el 2025 y China, España y Canadá para el 2040. Chile ha planteado que a 2035 solo se venderán vehículos cero emisiones.

Por lo tanto, la electromovilidad no es cosa del futuro y se debe acelerar la inclusión de esta tecnología a nivel mundial, apoyando el desafío a través de políticas públicas; avanzar en incorporarla a vehículos pesados; facilitar su adopción en países emergentes y contar con infraestructura habilitante que garantice un suministro eléctrico seguro, resiliente y basado en fuentes renovables de energía.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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