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Proyectos de vida y educación superior Opinión

Proyectos de vida y educación superior

María José Juárez
Por : María José Juárez Directora social de Fundación Portas.
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A pocos días de que se entreguen los resultados de la PAES, es fundamental no dejar a un lado la reflexión que deben hacer los próximos estudiantes de la educación superior, respecto a la exploración vocacional, en tanto es crítica para un exitoso tránsito de la educación secundaria a la terciaria. La carrera elegida es una decisión que no solo afectará lo que será su trayectoria académica en los próximos dos o cinco años, sino que también impactará de lleno en su proyecto de vida, pues aquello en lo que escojan formarse, será lo que, en la mayoría de los casos, desarrollarán durante el resto de su vida. 

En esta articulación vocación-proyecto de vida, hay varios factores que deben tomarse en cuenta. Hay que poner en la balanza aquello que nos gusta hacer, es decir, lo que disfrutamos aprender; nuestras habilidades y competencias, en otras palabras “para qué soy bueno(a)”; y por supuesto qué me veo haciendo y/o en qué ámbito quiero aportar en diez, quince o veinte años más. Junto con esto, también es sumamente importante tener criterio de realidad, y tomar la mejor decisión desde la situación personal, familiar, económica y académica de cada uno(a).

En la decisión de escoger la carrera, muchas personas que nos quieren van a opinar qué es lo correcto (familia, colegio, profesores, amigos, etc.), y es muy importante escucharles, pues nos conocen y tienen conocimientos y experiencias que nos pueden aportar significativamente. Sin embargo, no se puede perder de vista que cada uno(a) es protagonista de su vida, y desde ese protagonismo y autonomía es que debe emerger la decisión de la carrera. Para que esta autonomía conduzca a la mejor toma de decisiones, es clave ser responsables, informándose oportunamente sobre plazos y fechas del proceso, investigando sobre la oferta de carreras, de las instituciones de educación superior que las importen, aranceles, formas de financiamiento aplicable a la casa de estudios, salidas laborales de la carrera, y también sobre la empleabilidad futura para esa carrera. 

Cuando se escoge una carrera, se escoge un camino de vida, de ahí la importancia de escucharnos a nosotros(as) mismos(as), de ser fieles a nuestros gustos, habilidades, sueños y metas. Elegir la educación superior como una posibilidad de continuidad de estudios, es abrirnos a más y mejores oportunidades en el mercado laboral, pero también es una posibilidad para desarrollar nuestro capital humano, hacer redes, conocer otras realidades, especializarnos en ámbitos o áreas que nos apasionan y en las que podemos aportar a la sociedad y, por cierto, una gran oportunidad para ser felices en aquello que escogimos desempeñarnos, lo que incrementa la posibilidad de ser personas felices y con un mayor bienestar emocional. 

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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