Opinión
Hoy está en juego la estabilidad social y económica de las comunidades y las pequeñas comunas, especialmente rurales, dispersas en las regiones forestales de Chile que mantienen un trabajo estable a través de las Pymes madereras y que están siendo amenazadas por el abandono constante y con sesgo al fomento de las plantaciones forestales en Chile, el bajo apoyo al desafío de construcción en madera, el desabastecimiento de esta misma y a las escasas acciones preventivas para evitar incendios forestales.
Hace bastante tiempo que el sector forestal está fuera del radar de las autoridades y del Estado. Pareciera ser que el abandono es su destino, pero debemos ser perseverantes en levantar la voz en defensa de una estrategia que tenemos como país, por ejemplo, en materia de compromisos de descarbonización.
La discusión ambiental en Chile aún está al debe y está centrada en abordar un porcentaje mínimo del problema y no hacernos cargo de la magnitud que genera la crisis climática y el calentamiento global, debiendo abrirnos a la discusión de sustituir el uso masivo de combustibles fósiles por fuentes renovables de energía como las solares, eólicas, hidráulicas, de hidrógeno, etc. También se deja fuera de la conversación una de las prácticas más amigables con el medio ambiente que es la de plantar árboles exóticos y nativos como fuente de energías renovables de largo plazo.
Nos preocupa el poco interés del Estado hacia el sector forestal. En todo ámbito. No existe un reconocimiento a la sostenibilidad de las operaciones de la actividad forestal. Tampoco a su aporte en el desarrollo territorial del país ni su contribución a una estrategia climática.
Hoy está en juego la estabilidad social y económica de las comunidades y las pequeñas comunas, especialmente rurales, dispersas en las regiones forestales de Chile que mantienen un trabajo estable a través de las Pymes madereras y que están siendo amenazadas por el abandono constante y con sesgo al fomento de las plantaciones forestales en Chile, el bajo apoyo al desafío de construcción en madera, el desabastecimiento de esta misma y a las escasas acciones preventivas para evitar incendios forestales.
Se torna urgente abordar este abandono al sector con medidas claras por parte del Gobierno porque estamos perdiendo la oportunidad, necesitamos una estrategia clara, sentido de urgencia y trabajo colaborativo para sacar adelante medidas efectivas. Desde Futuro Madera, red de organizaciones y personas compuesta distintos actores que dan forma a un sector productivo heterogéneo, proponemos entre otras medidas: apoyo para que las Pymes tengan espacio en la cadena de valor; apoyo a la recuperación de plantaciones de pequeños y medianos silvicultores afectados por incendios; abordar el problema de desabastecimiento de madera para las Pymes de aserrío; acciones preventivas eficaces para evitar incendios forestales a gran escala; mano dura a la violencia rural para asegurar el libre tránsito y también fomentar el uso de la madera como material preferente de la política pública en la construcción de viviendas e infraestructura social.
Una vez más, todo este sector está disponible para mejorar, para ser parte de las soluciones a nuestros enormes desafíos. El mundo de la madera está disponible para trabajar con constancia con todos los actores necesarios en busca de un futuro mejor para todas y todos.
