Esta carta del Ejército contiene informaciones falsas que se aclaran en la Nota de la Redacción.
Señor Director:
Junto con saludarlo, me dirijo a usted en relación al reportaje difundido el 12 de marzo recién pasado, titulado “Millonarias ventas y comisiones sin justificación vinculan a Fuente-Alba y Cartoni con empresas de Sebastián de Cárcer y Cristóbal Lira”, escrito por los periodistas Natalia Saavedra y Héctor Cossio.
Resulta importante señalar, en primer lugar, que los mencionados profesionales no consultaron al Ejército por su versión de los hechos, resultando de ello que en el artículo se vierten antecedentes del todo incorrectos[*].
En este orden de ideas, es falso que al Ejército se le haya vendido “160 vehículos de lujo”, por cuanto el material adquirido corresponde a vehículos livianos de combate de la marca Land Rover, los que son utilizados por distintas ramas de las Fuerzas Armadas del mundo, contándose entre ellas las de su país de origen, Inglaterra.
Los vehículos adquiridos, cuyo propósito se enmarcó en completar las capacidades de las unidades de combate, responden a especificaciones militares y para su venta, aceptación y entrega, el Fisco, a través del Ejército de Chile, debió suscribir un “Certificado de Último Destino”, a fin que las autoridades de defensa de Inglaterra remitiesen una “Autorización de Explotación”, en el marco de las regulaciones internacionales de compraventa de material de guerra, lo que a todas luces no ocurre cuando se adquiere un “vehículo de lujo” de la ya citada marca.
En este contexto, es importante aclarar también que los vehículos Land Rover de combate no fueron adquiridos mediante el procedimiento de trato directo, premisa desde la cual comienza este reportaje.
Lo anterior, se sustenta en que la institución, el año 2009, convocó a una licitación para la adquisición de este tipo de vehículos livianos de combate. Para tales efectos, se desarrollaron bases administrativas y términos, conteniendo estos últimos, los requerimientos específicos que debían cumplir los vehículos que se ofertaran, debiendo ser evaluados aquellos conforme a la matriz de evaluación que en esas bases se especificaba, conforme a la normativa ya citada.
Se cursó invitación a todas las empresas inscritas en el rubro vehículos del Registro Especial de Proveedores. De las 55 invitaciones extendidas, 33 empresas retiraron bases, 6 de las cuales presentaron ofertas. De estas últimas, 2 fueron declaradas fuera de bases, por no haber acompañado la boleta de garantía de seriedad de la oferta.
Dentro de las 4 ofertas evaluadas, DITEC S.A fue la que obtuvo el mejor puntaje según la matriz de evaluación antes especificada, participando, de esta forma, como representante exclusivo para Chile de la línea vehículos de combate Land Rover de Inglaterra, situación que no presentó reclamo alguno por parte de los oferentes no adjudicados.
En virtud de lo anterior, el Ejército adquirió 91 vehículos livianos de combate marca Land Rover, modelo 90, antecedente que se omitió en su reportaje. El artículo que motiva la presente aclaración, sólo se refiere a la adquisición de 60 vehículos Land Rover, con la finalidad de completar dicho cargo en diversas unidades, pero omite indicar que la Institución, como ya se ha dicho, efectuó una propuesta privada que fue adjudicada conforme a derecho y que en definitiva definió los vehículos livianos de combate a utilizar, con una antelación de tres años al proceso artificialmente cuestionado.
Este punto, a juicio de la institución, es relevante, pues su omisión desvirtúa los hechos realmente acontecidos, los cuales se enmarcaron en el desarrollo y planificación de la Fuerza Terrestre, proyecto que se efectuó de manera paulatina, en la medida que se fue contando con los recursos para aquello.
Finalmente, el Ejército de Chile reitera su preocupación al no recibir solicitudes de información por parte de los periodistas encargados del reportaje, lo que generó que se dieran a conocer antecedentes incorrectos, afectando la formación de opinión de los lectores, aun cuando la Institución ha demostrado una permanente disposición y colaboración a los medios de comunicación social.
Cristian Guedelhoefer Erbetta,
General de Brigada,
Secretario General del Ejército
[*] N de la R: En cumplimiento de su política editorial de abrir sus páginas a distintas versiones y posturas, El Mostrador ha publicado esta Carta al Director enviada por el Ejército de Chile.
Pero este medio deja claro que parte del contenido de esta carta del Ejército de Chile contiene aseveraciones completamente falsas, específicamente en lo referentes al trabajo periodístico de los autores de la nota aludida. Efectivamente, y para despejar cualquier duda, los periodistas de este medio sí consultaron oportuna y debidamente al departamento de comunicaciones del Ejército sobre la materia investigada, órgano público que no colaboró y se limitó a señalar que este medio debía consultar “vía Transparencia”. Esto, como se comprenderá, es un despropósito y solo evidenció la falta de voluntad del Ejército de colaborar con esa investigación periodística, que dio origen a la nota «Millonarias ventas y comisiones sin justificación vinculan a Fuente-Alba y Cartoni con empresas de Sebastián de Cárcer y Cristóbal Lira”.
Por lo demás, lo medular de este artículo periodístico no dice relación con el color de los jeep Land Rover, ni tampoco a si la compraventa se hizo o no con trato directo, sino que a la existencia de tratativas oscuras y la participación injustificada de terceras personas y al pago de comisiones irregulares.