Señor Director:
¿Cuánto hemos avanzado en la protección de los derechos de niños, niñas y jóvenes? Si bien el actual gobierno ha trazado una hoja de ruta a través del Acuerdo Nacional por la Infancia este esfuerzo pierde legitimidad cuando estamos siendo testigos de un contexto social, político y cultural de crisis de los cuidados de las infancias que se expresa en diversas formas de violencia ejercida contra niños y jóvenes.
Resulta paradójico que mientras desde el Estado se generan campañas y planes para bajar los niveles de maltrato hacia los niños al interior de la familia, sea la misma autoridad la que simultáneamente hace uso de la fuerza y represión policial excesiva contra estudiantes. Esta situación da cuenta de un doble discurso. Se responsabiliza a los padres de los malos tratos pero se niega la violencia cuando proviene de las propias instituciones.
Parece ser que para nuestras autoridades existen dos infancias: los niños vulnerables objetos de la protección especial y los niños peligrosos objetos del control y la represión. En ambos casos se observa con preocupación la ausencia del principio que asume que todo niño es sujeto de derecho. Sin este principio al centro de las políticas públicas se ve lejana la posibilidad de construir un nuevo trato hacia la infancia.
Camilo Morales
Coordinador Programa de Estudios Interdisciplinarios en Infancias
Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Chile
