Señor director:
La regla de una Asamblea Constituyente que requiere dos tercios para aprobar nueva Constitución es revivir el antiguo binominalismo con poder de veto o empate catastrófico de fuerzas de una minoría de un tercio que avala el neoliberalismo centralista con morigeraciones menores. El duopolio político y económico del barrio alto capitalino sabe de matemáticas, elusiones, colusiones, evasiones y conspiraciones para apañar el momento de transformaciones sociales,.austeras, verdes y federales. Es decir, el sector reaccionario de la derecha y parte de la Concertación harán bloqueo a cambios sustanciales aunque el 60 a 67 % de una AC electa favorezca un nuevo modelo.
En la experiencia comparada de AC crece el sector reformador pero hay cambio y continuidad en representación. Lo firmado llevará a crispación.
La agenda controversial la conocemos y se opondrán para mantener el mal orden de las rabias estructurales. La mayoría no podrá nacionalizar agua y minería, seguirán vetando rentas regionales y federalismo plurinacional, derechos de la naturaleza, unicameralismo, democracia directa y mayor tributación para solidaridad estructural que es llegar a un tercio del.PIB, rol activo regional para industrialización, sindicatos obligatorios, fin de súper salarios, Tribunal Constitucional, COSENA, AFPs y privilegios militares.
Una fomula aceptable.para.evitar el miedo a mayoría que avasalle y buscar pacto pero sin vetos, es propiciar que los artículos se aprueben con 3/5 (60%) pero si existen y enfrentadas dos posturas relevantes con al menos un tercio de la AC, dichas opciones se consultan en el plebiscito final dando el poder decisorio a la ciudadanía.
El pacto social territorial requiere corregir esta matemática del veto, adelantar a enero el plebiscito, terminar ya con los privilegios, negociación con los mapuches, fin ahora a las evasiones escandalosas para elevar las pensiones , junto a ley de Rentas regionales y municipales.
