Señor Director:
Este 5 de junio, junto con la celebración del día mundial del medio ambiente, se lanzará el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas, que tiene por objetivo prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todos los continentes y océanos.
Entre las diez acciones que se proponen para crear una #GeneraciónRestauración se encuentra el cambiar comportamientos. Estos años que estamos viviendo son claves para enfrentar el cambio climático y la pérdida de millones de especies.
El cambio de comportamiento es, entonces, el acto individual necesario y urgente para cambiar los patrones de consumo que están agotando y devastando nuestro planeta, y enfrentando a los seres humanos, principalmente los más vulnerables, a escenarios climáticos nunca antes vistos y posiblemente irreversibles si no actuamos HOY.
Es en esto que debemos recapacitar en los nuevos límites que se deben instaurar. El entendimiento de nuestro rol en la biosfera, nuestra participación como un componente más de la naturaleza; y el conocimiento de los límites y las consecuencias de nuestras acciones para la subsistencia de todos los seres vivos son parte también de repensarnos y restaurar no solo los ecosistemas, si no nuestra ética y sistemas de valores, relevando la solidaridad, la responsabilidad y sobre todo la empatía con los demás seres vivos como ejes de nuestro actuar.
Corregir este rumbo de la relación que hemos tenido hasta ahora con la naturaleza, y pensar más en una relación simbiótica a que ella está al servicio de los seres humanos es lo que nos permitirá ubicarnos en otro lugar en esta red de interdependencia y seguramente sacará lo mejor de nosotros mismos para restaurar nuestros valores y también crear una cultura de restauración, devolviendo la vida a ecosistemas y todos los seres que habitamos en ellos.
Carolina Silva Lobo
Directora Fundación Tierra Viva
Felipe Kong López
Académico Facultad de Educación UDP
