Recientemente el Gobierno del Presidente Piñera anunció un proyecto de ley de reforma al sistema de pensiones, destacando principalmente el 4% adicional a las cotizaciones con cargo al empleador que será aplicado en forma gradual de aquí a 8 años. En resumen, se traduce en que las cotizaciones pasarán del 10 al 14 por ciento en su plenitud al 2026. Habrá más competencia a la hora de administrar este 4% adicional por parte de otras entidades distintas a las AFP, sin embargo, no está claro si existirá o no un cobro adicional de comisión por la administración del adicional. ¿Pero qué sucede con las pensiones actuales de los adultos mayores?
Por otro lado, una vez al año el Estado realiza la entrega de un bono de invierno fijado al año 2019 en $62.700, el cual se extiende a más de 1 millón 262 mil adultos mayores. Este bono se entrega junto con la pensión correspondiente al mes de mayo y mantiene como requisito tener 65 o más años de edad (relacionado con edad en hombres y no mujeres) y quizás lo más crítico percibir una jubilación interior a $161.680.
Si analizamos a fondo, la cantidad de personas con pensiones bajas en Chile supera el 1,2 millones, considerando que tampoco reciben este bono las mujeres adultas mayores entre 60 a 64 años con pensiones inferiores, los pensionados por Ley Valech y los adultos mayores extrabajadores del carbón. Y si ampliamos la reflexión a las pensiones inferiores al sueldo mínimo, se debe incluir la totalidad de adultos mayores sobre 65 años con una pensión mayor a $162.000, pero inferior al sueldo mínimo legal vigente. Claramente el bono no mejora la calidad de vida a mediano y largo plazos.
Nuestro país está envejeciendo de forma acelerada. Solo en los últimos 25 años la población de adultos mayores ha crecido cerca de un 70% y la proyección INE es que, al 2050, 1 de cada 3 chilenos será adulto mayor.
Nos encontramos al final de la lista en países OCDE con pensiones más bajas, con tasas de reemplazo con mayor desigualdad además entre hombres y mujeres. Dentro de las propuestas necesarias, a mi juicio, está el establecer un piso ético en igualar, por lo menos, la pensión mínima de un adulto mayor respecto al sueldo mínimo vigente, donde las atribuciones de un sistema mixto de ahorro mejoren la corresponsabilidad, el pilar contributivo y aumento del porcentaje de ahorro en el pilar de capitalización, por lo menos, incorporando además la redistribución del ahorro al consumo donde un trabajador o jubilado tenga el derecho de realizar una transferencia entre el presente y futuro sobre lo que le pertenece. A su vez, hablar de un Ministerio del Adulto Mayor no debe quedar en el imaginario de nadie, Chile debe avanzar, pero de verdad.
