Futuras inversiones deberán considerar este cambio al momento de planificar y modelar sus flujos, y las estructuras de inversión ya ejecutadas deberán ser replanteadas para efectos de aprovechar las pérdidas tributarias existentes. De no ser así, podrían sufrir un fuerte impacto en sus resultados financieros.
En el marco del financiamiento de la nueva agenda social, Gobierno y oposición acordaron cambios en la Reforma Tributaria, la mayoría focalizados en aquellos contribuyentes de más altos ingresos y “patrimonios”. Entre ellos, figura la eliminación gradual de los pagos provisionales por utilidades absorbidas (PPUA).
La eliminación del PPUA impedirá que las empresas que registran pérdidas tributarias a nivel consolidado puedan recuperar el Impuesto de Primera Categoría pagado por aquellas sociedades en las que invierten. Dicho lo anterior, es posible anticipar efectos relevantes en las estructuras de inversión vigentes, muchas de ellas financiadas con deuda, y una nueva aproximación al momento de canalizar inversiones.
En este contexto, futuras inversiones deberán considerar este cambio al momento de planificar y modelar sus flujos, y las estructuras de inversión ya ejecutadas deberán ser replanteadas para efectos de aprovechar las pérdidas tributarias existentes. De no ser así, podrían sufrir un fuerte impacto en sus resultados financieros.
En línea con lo anterior, el cambio propuesto obligará a las empresas afectadas a actualizar sus planes de negocios y sus estructuras de inversión, con el fin de generar los ingresos propios que permitan a dichas empresas aprovechar sus pérdidas tributarias.
