DEPORTES
Lo de Sebastián Miranda es un proceso interesante, pero no requiere de grandes luces o titulares. Ha manejado un bajo perfil importante y decisivo. Les entregó el protagonismo a los verdaderos actores, que son los jugadores. Y eso le ha servido mucho a la U para salir adelante y creer además que puede soñar con el título de la Copa Chile, donde ya logró el paso a semifinales.
Tras una temporada 2022 dura y difícil para los azules, Sebastián Miranda la supo hacer. Y lo digo y escribo con la convicción de haber tenido muchas dudas con el técnico de la sub-20, no con respecto a sus capacidades o preparación, más bien por esa coraza que debe tener todo estratega para soportar la presión de un momento complejo y que se veía muy poco optimista, más aun pensando en la supervivencia en Primera.
Sebastián Miranda hizo algo sencillo, pero determinante para un grupo muy golpeado. Entregó confianza y serenidad. No complicó a los jugadores con discursos muy técnicos. Descomprimió un ambiente que se cortaba con cuchillo en el aire.
Respaldó por convicciones a los jugadores jóvenes con talento de la cantera azul, les entregó un rol de importancia y trascendencia en la idea de juego, por ello Osorio y Assadi crecen partido a partido. Ahí la U tiene dos posibles ventas inmediatas de alto valor, ojalá pudieran jugar un tiempo más en Chile, pero el mercado no perdona y seguramente ambos jugadores dejarán el CDA muy pronto.
Otro punto a favor es que el exdefensa de Unión Española y U. Católica logró establecer una formación permanente. Se va repitiendo semana a semana, lo cual entrega estabilidad y seguridad a todos.
La consolidación de la pareja de centrales también ha hecho de los azules un equipo más seguro y con menos fallas, a diferencia de los que pasaba con Escobar y López. En esa etapa le llegaban y marcaban.
[cita tipo=»destaque»]El éxito de los técnicos chilenos en los denominados equipos grandes es una necesidad importante y vital.[/cita]
Pero, claro, ahora y si logra salvar a los azules del descenso –porque matemáticamente todavía hay un mínimo riesgo, no obstante, tras el triunfo ante Deportes La Serena, quedaron prácticamente liberados–, habrá que ver qué decide la dirigencia azul y también saber cuáles son los planes del mismo Miranda.
Creo que ha ido mostrando muchas capacidades y tal vez el proceso de crecimiento y madurez todavía está en desarrollo. Por ello mismo, podría ser prudente mantenerlo al lado de un técnico avezado, seguir preparándolo, para que, en uno o dos años más, sea empoderado como tal. De historias relacionadas con estrategas que asumen desde categorías menores y terminan logrando objetivos, está lleno. Pero también existen los otros relatos de quienes asomaban como titulares y, por distintos motivos, cedieron a las presiones y resultados. El ejemplo más cercano es con Cristian Paulucci, quien festeja el título 2021 y su inicio como entrenador oficial este 2022, lo que le significó varios reveses y tuvo que dejar la banca en San Carlos.
Por eso, lo de Sebastián Miranda es un proceso interesante, pero no requiere de grandes luces o titulares. Ha manejado un bajo perfil importante y decisivo. Les entregó el protagonismo a los verdaderos actores, que son los jugadores. Y eso le ha servido mucho a la U para salir adelante y creer además que puede soñar con el título de la Copa Chile, donde ya logró el paso a semifinales.
Por eso Miranda la supo hacer y uno le desea lo mejor, porque el éxito de los técnicos chilenos en los denominados equipos grandes es una necesidad importante y vital.
