Opinión
Con ocasión de su reciente visita a la Antártica, el presidente Fernández reafirmó la soberanía argentina sobre parte del territorio chileno antártico. Ante la fuerte acción mediática y política trasandina sobre el Continente Blanco, ¿cuál suponen ustedes fue la respuesta del Gobierno chileno? Ninguna. Aún la estamos esperando, aunque sea un posteo en redes sociales. Pero ni siquiera eso. Prefiere usar su cuenta de Twitter para entrometerse en los asuntos internos del Perú.
Cuando el Presidente Boric resultó electo, poco antes de asumir publiqué una columna en este mismo medio, denunciando el apoyo que el electo Mandatario le había dado a la demanda boliviana para una salida al mar. A través de su cuenta de Twitter, el joven Boric abogaba activamente por darle una solución a la mediterraneidad boliviana. No era el único, por cierto. Se sumaba así al coro de la hinchada altiplánica, dirigida por Marco Enríquez-Ominami (ME-O).
Ahora resulta que la historia de algún modo se repite y con los mismos jugadores. Pero esta vez con Argentina. Es conocida la simpatía ideológica y la amistad personal del presidente Fernández con ME-O, quien actúa como una suerte de interlocutor informal entre el mandatario argentino y el Presidente Boric. Ello explicaría la actitud condescendiente del Presidente chileno con su par trasandino. Una especie de infantilismo paralizante o temor reverencial.
Lo que ha pasado con el Gobierno de Argentina en los últimos meses es bien preocupante. Si antes el Presidente Boric fue un activo promotor de la causa boliviana, ahora actúa como un cómplice pasivo de la causa argentina. Así como se puede pecar por acción, también se puede por omisión. Veamos por qué.
El Gobierno de Fernández insiste en considerar el Estrecho de Magallanes, de soberanía chilena, como espacio marítimo compartido, vulnerando tratados internacionales. ¿Cuál ha sido la reacción del Gobierno de Boric? Ninguna. El Presidente Boric simplemente brilla por su ausencia.
Del mismo modo, con ocasión de su reciente visita a la Antártica, el presidente Fernández reafirmó la soberanía argentina sobre parte del territorio chileno antártico. Ante la fuerte acción mediática y política trasandina sobre el Continente Blanco, ¿cuál suponen ustedes fue la respuesta del Gobierno chileno? Ninguna. Aún la estamos esperando, aunque sea un posteo en redes sociales. Pero ni siquiera eso. Prefiere usar su cuenta de Twitter para entrometerse en los asuntos internos del Perú.
Me imagino que debe ser decepcionante para los magallánicos observar cómo el Presidente Boric les da la espalda. Me pregunto si alguien recuerda a alguna autoridad política oriunda de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, que desconozca su condición de magallánico al momento de defender la soberanía nacional. El Presidente Boric debe ser indudablemente el primero.
Pareciera que no solo prima la afinidad ideológica con el Gobierno argentino (¿estará operando la mano de ME-O?), sino que además nuestra política exterior atraviesa por un severo cuadro de somnolencia, que nuestros vecinos están aprovechando al máximo. Cuando el Gobierno chileno salga de la modorra en que se encuentra, ya puede ser tarde.
Don Gabriel, ¡despierte! Aún es tiempo de reaccionar. No olvide que quien calla, otorga.
