Opinión
Es intrigante que el discurso que denuncia el despilfarro público sea una fuerza impulsora detrás del ascenso de la derecha radical en Finlandia. Las posiciones políticas de derecha (Bukele, Milei o Kast) en América Latina están experimentando un desarrollo similar. El nacionalismo económico, por otro lado, distingue las posiciones tomadas en temas económicos por el Partido de los Finlandeses y los derechistas en América Latina. Los primeros apoyan un Estado de bienestar que solo beneficia a la población local y excluye a los extranjeros, al mismo tiempo que apoya la industria nacional.
La centroderecha es la ganadora de las elecciones parlamentarias en Finlandia, con el partido conservador Coalición Nacional (en finlandés Kansallinen Kokoomus, KOK) terminando primero y la derecha radical ganando números récord.
El líder del partido de centroderecha Coalición Nacional, Petteri Orpo, derrotó en las elecciones parlamentarias del país y se espera que suceda a Sanna Marin, líder del Partido Socialdemócrata, como primera ministra.
Después de que el partido de centroderecha de Orpo ganara una carrera a tres bandas en las elecciones parlamentarias finlandesas, Marin, la primera ministra del país, ha perdido su lucha por mantenerse en el cargo.
Con un 0,9% de diferencia con el ganador y un 0,2% con el segundo partido, los socialdemócratas se quedaron en el tercer lugar con un 19,9%
Después de contar todos los votos, el partido finlandés populista de derecha radical terminó en segundo lugar con el 20,1 por ciento de los votos, seguido por el Partido de Coalición Nacional de centro derecha con el 20,8 por ciento.
Estos porcentajes se traducen de la siguiente manera en el Parlamento finlandés.
En Finlandia, el 71,9 % del electorado votó el domingo 2 de abril, una cifra marginalmente inferior a la de 2019, pero superior a la de las elecciones anteriores, que tuvieron lugar hace cuatro años.
El nuevo día de Finlandia comienza con la directiva de la Orpo para formar un gobierno. A partir de ahora, debe comenzar a buscar “socios” de otros partidos que lo ayuden a formar otro gobierno de coalición para Finlandia, pero esta vez será más a la derecha.
El partido de los “finlandeses” (Perussuomalaiset) logró el mejor resultado electoral de su historia, superando el 19,05% de 2011. En las elecciones anteriores había obtenido el 17,5%, mientras que Riikka Purra obtuvo más votos que la primera ministra Marin (38.000 votos contra 35.000).
El Partido los Finlandeses (conocido como los “Verdaderos Finlandeses”) se fundó en 1995, y con él entró en la vida política del país hace 20 años.
Sus resultados electorales fueron:
Los partidos de derecha radical son conocidos por negarse a ser “de derecha o de extrema derecha”, y el líder de la Alianza Nacional, Orpo, coincide con ellos cuando dice: “No tenemos un partido de extrema derecha en Finlandia”.
El partido de los finlandeses, en realidad, es un partido nacionalista de extrema derecha que se opone a los inmigrantes y las minorías raciales. Además, es un partido totalmente sistémico que apoyó la membresía de Finlandia en la OTAN, participó en un gobierno de coalición en 2015 y apoya todas las principales iniciativas políticas nacionales e internacionales. Intenta restringir la democracia liberal desde dentro una vez en el poder, razón por la cual es un partido de derecha radical.
Se aprovecha de los problemas económicos existentes en Finlandia, como la deuda pública que alcanza el 70% del PIB, el aumento del desempleo juvenil, la prevalencia del alcoholismo y el consumo de cocaína, y afirma que los inmigrantes o incluso las naciones más pobres del sur de Europa deben culpa.
La derecha y la socialdemocracia con las políticas que vinieron después, cuando los gobiernos allanaron el camino para el ascenso de la extrema derecha, como ocurrió recientemente en Suecia y como ocurre actualmente a nivel internacional en varios países.
Como primera ministra, Sanna Marin, líder de la socialdemocracia, ganó más notoriedad por las fiestas que organizó que por sus esfuerzos para abordar los problemas que enfrenta Finlandia, en particular los que afectan a los segmentos más pobres de la población.
Es intrigante que el discurso que denuncia el despilfarro público sea una fuerza impulsora detrás del ascenso de la derecha radical en Finlandia. Las posiciones políticas de derecha (Bukele, Milei o Kast) en América Latina están experimentando un desarrollo similar. El nacionalismo económico, por otro lado, distingue las posiciones tomadas en temas económicos por el Partido de los Finlandeses y los derechistas en América Latina. Los primeros apoyan un Estado de bienestar que solo beneficia a la población local y excluye a los extranjeros, al mismo tiempo que apoya la industria nacional.
