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Interculturalidad en el espacio comunitario Opinión

Interculturalidad en el espacio comunitario

Leonel Sánchez Jorquera
Por : Leonel Sánchez Jorquera Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Diplomado en Diseño, Evaluación y Gestión de Proyectos de Interés Público, Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile. Con estudios en Introducción a la Teología, Departamento de Extensión, Facultad de Teología, Universidad Católica de Chile.
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Hay que reconocer y visibilizar diversas experiencias locales, comunitarias o municipales, que se están desarrollando en diferentes partes del país, y poder compartir dichas experiencias de trabajo comunitario sobre interculturalidad de manera tal que pueda servir de piloto o experiencia motivante para otras comunas, permitiendo generar redes de colaboración y de sensibilización de un tema que en Chile se hace cada vez más prioritario y urgente de abordar.


Vivimos tiempos de clasismo, xenofobia y racismo incentivados por los que quieren instalar una agenda de seguridad pública, la cual no se condice con el derecho internacional de los derechos humanos. En lo referente al proceso migratorio y su criminalización, el desafío debe ser claro en evitar dicho proceso criminalizador desde las leyes que actualmente están en discusión y desde la instalación comunicacional de ciertos intereses políticos de sectores reaccionarios de la sociedad chilena.

Una de las formas de enfrentar el desafío planteado dice relación con considerar ciertos aspectos vinculados a la interculturalidad, sus aportes, componentes y definición, en una sociedad inserta en un proceso cada vez de mayor globalización, superando la mirada multiculturalista eurocentrista y colonizadora, entendida como aquella visión homogeneizadora asociada a los conceptos de Estado y de Nación desarrollados a la medida de los países del primer mundo. En tal sentido, plantear el desafío de avanzar hacia un auténtico diálogo intercultural desde el espacio comunitario.

Se debe desarrollar un trabajo de interculturalidad que recoja e impregne las miradas y visiones que tienen dichas comunidades de inmigrantes a nivel local, y se comparta e integre con el trabajo que realizan otras personas y organizaciones locales, superando el actual modelo que ha tendido a oscurecer las demandas de grupos étnicos minoritarios, influyendo en los debates sobre los derechos de estas comunidades, de manera que se pueda ir cuestionamiento el modelo de Estado-Nación, donde el multiculturalismo neoliberal ha emergido como una estrategia de legitimación para el mantenimiento de estructuras de poder que no reconocen adecuadamente la diversidad (Figueroa, 2017).

Es un imperativo desarrollar una estrategia para incorporar la interculturalidad entre las acciones a desarrollar en dicho espacio comunitario. Debe ser una estrategia definida en forma participativa, comunitaria, flexible y dinámica, que recoja, especialmente en el caso particular de las comunas urbanas y populares de Chile, la diversidad de migrantes o minorías. Comunas donde ha sido la marginación la que ha caracterizado el proceso de toma de decisiones de política pública, no queriéndose incorporar aquellos elementos que pueden favorecer procesos respetuosos que promuevan su desarrollo y que desde un espacio comunitario se podría aportar en una construcción de políticas públicas “desde abajo”.

En estos espacios comunitarios es donde podemos ir generando conciencia en la construcción de un modelo de trabajo intercultural y formarnos, como actores sociales y culturales, aportando hacia una mayor interculturalidad, entendida como una filosofía que se esfuerza por crear una diversidad cultural, tratando de comprender las diferencias culturales, ayudando a la gente a apreciar y gozar las contribuciones hechas por distintas culturas en sus vidas, así como asegurar la completa participación de cualquier ciudadano para derribar las barreras culturales (Figueroa, 2017).

Se pueden plantear iniciativas detonantes, generando “conversatorios sobre Interculturalidad”, convocando a diversos actores locales y personas comprometidas, consolidando agentes sociales y culturales para abordar dicha temática, desde la perspectiva comunitaria de los espacios vinculados a los Derechos Humanos, participando personas de los más variados perfiles, nacionalidades, edades y sectores de las respectivas comunas, para darle la riqueza de la diversidad local, con un trabajo comunitario paciente y persistente, que convoque a superar desconfianzas y a realizar aportes, considerando las dificultades de tiempo que siempre son un obstáculo en la incorporación de la vida comunitaria.

Por último, hay que reconocer y visibilizar diversas experiencias locales, comunitarias o municipales, que se están desarrollando en diferentes partes del país, y poder compartir dichas experiencias de trabajo comunitario sobre interculturalidad de manera tal que pueda servir de piloto o experiencia motivante para otras comunas, permitiendo generar redes de colaboración y de sensibilización de un tema que en Chile se hace cada vez más prioritario y urgente de abordar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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