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El City y Guardiola cargan con un peso histórico y emocional importante. Ese que conlleva a ganar por primera vez la famosa “orejona”. Si bien el catalán ya la levantó, el proyecto City y los millones y millones de euros que se han invertido llevan a un solo objetivo: ganar la Champions.
Estambul, escenario de una de las finales de Champions tal vez más disparejas de los últimos años. Porque el favoritismo del City ante el Inter es de 10 a 1. Prácticamente no se les da ninguna chance a los italianos, porque el camino del equipo de Pep ha sido sólido y consistente.
El poderoso City viene de ser campeón en la Premier y FA Cup. Están pasando un momento colectivo e individual superlativo. El factor Haaland es un arma muy potente de los ingleses, dada la temporada realizada por el delantero noruego.
Guardiola ha logrado armar un equipo de fútbol absolutamente potente y con muchas variantes. Además las lecturas del juego del técnico son por lo general acertadas y casi siempre saca una ventaja por sobre sus rivales.
Pero el City y Guardiola cargan con un peso histórico y emocional importante. Ese que conlleva a ganar por primera vez la famosa “orejona”. Si bien el catalán ya la levantó, el proyecto City y los millones y millones de euros que se han invertido llevan a un solo objetivo: ganar la Champions.
Por su parte, el Inter de Milán llega sin la presión de estar obligados a ganar la final. No tienen esa carga y eso puede ser un factor a favor de los italianos. El poder disputar la final como se debe, pero sin la carga emocional que tendrán sus oponentes.
Uno de los puntos fuertes con que cuenta Inzaghi es el poder de gol de sus delanteros. Entre Martínez, Dzeko y Lukaku, el Inter tiene gol. La zona media es de mucho trabajo y buen pie, entre Barella, Calhanoglu y Mkhitaryan; aseguran la posesión y agresividad necesaria para poder alimentar a sus delanteros.
Pero, claro, es una final y la forma de enfrentarla es decisiva. El City y sus volantes Rodri, Gundogan y De Bruyne, más la funcionalidad de Bernardo Silva y el desorden que provoca Grealish, son factores que suman a favor de los ciudadanos.
Pero los italianos son especialistas en defender la ventaja. Es un equipo ordenado y muy difícil de anotarle. Cuidan los espacios y generalmente no pierden en el mano a mano.
Por eso todos los antecedentes previos quedan fuera de la cancha al momento de iniciarse el partido. Hay un claro favorito, eso no tiene discusión, pero lo que pueda suceder, será materia de un espectáculo que concita el interés de casi todo el mundo.
