Opinión
BBC
El informe recién publicado por IPBES será un importante insumo para seguir avanzando y cumplir con los compromisos internacionales adoptados por Chile en la COP15 de Biodiversidad de 2022, donde se adoptó el Marco Mundial de Biodiversidad y donde en su Meta 6 los países se comprometen a “eliminar, minimizar, reducir o mitigar los impactos de las especies exóticas invasoras al 2030”.
El lunes 4 de septiembre, la plataforma intergubernamental (IPBES por sus siglas en inglés) publicó la evaluación mundial sobre las Especies Exóticas Invasoras (EEI). Este reporte, aprobado por 143 países, señala que las EEI han contribuido al 60% de las extinciones de las especies nativas y que afectan de manera negativa a la economía, la seguridad alimentaria, el agua y la salud humana, en el 85% de los casos. El reporte menciona que los costes económicos mundiales de las especies exóticas invasoras se han cuadruplicado cada década desde 1970 y que solo en el 2019 sus costos superaron los US$ 423 millones.
No me cansaré de repetirlo: como planeta y como país estamos enfrentando una triple crisis ambiental: de contaminación, de cambio climático y de pérdida de biodiversidad, y las especies exóticas invasoras juegan un rol acelerador de estas crisis. El reporte menciona que en el 60% de las extinciones registradas, las especies invasoras juegan un papel fundamental, y que en el 16% de los casos son el único factor que produce la extinción de especies.
Las especies exóticas invasoras son especies no nativas, que pueden llegar a nuestro territorio de manera asistida o accidental, asentándose y dispersándose, pudiendo producir diversos daños económicos, sociales, a nuestros recursos naturales y a la biodiversidad.
El reporte de IPBES recién publicado entrega mensajes clave para los tomadores de decisiones, donde propone que a través de acciones estratégicas y una gobernanza integrada se puede limitar el problema global de especies exóticas invasoras. Una colaboración y coordinación más estrecha entre sectores y países es necesaria para hacer frente a las bioinvasiones que pueden afectar nuestra biodiversidad, pero también la salud humana y recursos naturales.
Los autores del informe declaran que “el 80% de los países cuentan con objetivos relacionados con la gestión de las especies exóticas invasoras en sus planes nacionales de biodiversidad, pero que solo el 17% dispone de leyes o normativas que abordan específicamente estas cuestiones”.
En Chile hay más de 13 servicios públicos con competencias en la gestión de especies exóticas, los cuales se reúnen periódicamente a través del Comité Operativo para el Control de las Especies Invasoras (COCEI), liderado por el Ministerio del Medio Ambiente.
Como país nos estamos haciendo cargo y las recomendaciones del reporte son directrices que Chile se compromete a desarrollar y que ya se encuentra promoviendo. La semana pasada fue publicada la Ley 21.600 o Ley para la Naturaleza, que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), la cual viene a completar la institucionalidad ambiental.
En su artículo 45, esta nueva normativa abordará la prevención, control y erradicación de especies exóticas y exóticas invasoras, permitiendo la generación de listas de especies priorizadas, y la creación y ejecución de planes de gestión en ambientes marinos y continentales dentro y fuera de áreas protegidas. Además, en términos de gestión, los datos del reporte declaran que “en los últimos 100 años se han realizado 1.550 ejemplos documentados de erradicación en 998 islas, con un éxito citado en el 88% de los casos”, y Chile ya tiene 4 ejemplos de erradicaciones exitosas en islas (ratas en isla Pájaros 1, y conejos en isla Choros y Chañaral, en la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt, y en isla Santa Clara, en Juan Fernández).
El informe recién publicado por IPBES será un importante insumo para seguir avanzando y cumplir con los compromisos internacionales adoptados por Chile en la COP15 de Biodiversidad de 2022, donde se adoptó el Marco Mundial de Biodiversidad y donde en su Meta 6 los países se comprometen a “eliminar, minimizar, reducir o mitigar los impactos de las especies exóticas invasoras al 2030”.
Para lograr estos importantes compromisos nacionales e internacionales, necesitamos el compromiso de diversos sectores y de la ciudadanía. Para ello, serán necesarias campañas de concientización pública y educación en diversos sectores. También requeriremos de investigación especifica en esta temática, e innovación y tecnología para su gestión. En este sentido, los sistemas de información abiertos que usamos los países, como el Sistema Global de Información sobre Biodiversidad –GBIF por sus siglas en inglés– serán clave para mejorar la coordinación, eficacia y la toma de decisiones informada para la gestión de las invasiones biológicas, tanto dentro del territorio nacional y entre los países.
