Opinión
Marco Muga/AgenciaUno
Ante Perú, Chile mostró destellos de superioridad, sin dejar de reconocer que el rival vino a buscar el punto y poco y nada se atrevió a llegar al área chilena. Lo más importante, más allá de la forma, que podemos debatir, era dejar los puntos en casa y eso se logró.
El triunfo ante Perú fue justo y necesario, porque históricamente en Santiago, los del Rimac no suman y porque el proceso de Berizzo con Chile requería de una victoria para tranquilizar las aguas y mantener la opción de que, sumando de local, hay opciones de poder luchar el retorno a un mundial.
Con Berizzo, Chile no tendrá un juego vistoso. Será un equipo más bien pragmático, pues el orden en sus líneas es la piedra basal de la idea del técnico. Es parte de los que él siente y cree, algo que el argentino ha ido marcando a fuego. Ya tiene su grupo de jugadores seleccionados y armar ese grupo es uno de los puntos fuertes de su trabajo.
Berizzo ha ido tomando decisiones, algunas de ellas debatibles, pero como líder las debe asumir. Para él, su portero es Bryan Cortés. Más allá de la polémica con Claudio Bravo, quien sigue estando plenamente vigente, el meta titular salvo lesión o suspensión es el de Colo Colo.
Respalda a su dupla de centrales, Medel y Maripán, aunque este último se halle algo cuestionado. Seguramente, ante Venezuela será Paulo Díaz el elegido. Después, Echeverría y Valdés son dos intocables de su zona media. Con la suspensión de Pulgar y la lesión de Vidal, Méndez, Aránguiz, Dávila y Núñez pelean dos camisetas.
Arriba, Sánchez y Brereton por ahora son inamovibles, ya que tampoco hay abundancia de delanteros con gol. Aravena es su carta de reemplazo.
Ante Perú, Chile mostró destellos de superioridad, sin dejar de reconocer que el rival vino a buscar el punto y poco y nada se atrevió a llegar al área chilena. Lo más importante, más allá de la forma, que podemos debatir, era dejar los puntos en casa y eso se logró.
Ahora hay que pensar en Venezuela, un equipo que viene en alza de juego y anímicamente nos espera con la moral en alto, tras conseguir un valioso empate en Brasil. Es otro rival directo por llegar al Mundial y, en la anterior pasada, Chile perdió por primera vez con los llaneros en suelo venezolano.
Será otro partido duro y complejo. En Maturín habrá 50 mil hinchas del vinotinto esperando por el triunfo.
Hay que rescatar puntos allá, para seguir en alza. El equipo, aún en proceso de maduración, va mostrando algunos avances importantes, que podrían permitir creer que se puede hacer algo importante.
Es justo y necesario, para un fútbol chileno que está muy deprimido hace rato.
