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Venezuela, la bestia negra de los entrenadores de la selección chilena Opinión EFE

Venezuela, la bestia negra de los entrenadores de la selección chilena

Pablo Flamm
Por : Pablo Flamm Periodista deportivo
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Chile no ha logrado salir de sus crisis de juego. El triunfo ante Perú fue, en gran medida, por el mal momento del conjunto incaico y, a pesar de que la Roja mostró algunos destellos de buen juego, desde que está el extécnico de O’Higgins, Chile ha mostrado más involución que evolución.


Venezuela se ha transformado en los últimos años y es una especie de bestia negra para los entrenadores de la Roja.

Partamos por el camino a Francia 98, cuando Xabier Azkargorta estaba a cargo de la selección y logró un magro empate ante los llaneros en Barinas. Solo el rodillazo de Margas logró evitar una derrota que en este tiempo hubiese sido una vergüenza. Este partido le costó el puesto al español.

Luego Pedro García, a cargo de la escuadra de la estrella solitaria, camino a Corea-Japón, sufrió la derrota en el Nacional. Venezuela jamás había ganado de visita. Si bien ese proceso ya venía muy deteriorado, que comenzó con Juvenal Olmos, también a García le costó caro.

Pasó mucho tiempo más y, en la Copa América de Argentina el 2011, otra vez la vinotinto se cruzó en el camino de Chile y la elimina en primera ronda. El adiestrador era Claudio Borghi y eso lo cuestionó aún más en su conducción.

Durante el período de Reinaldo Rueda, Chile jamás había perdido con los llaneros en tierras venezolanas. ¿Qué pasó? Caída por 2-1 y la salida del colombiano.

Y ahora otra derrota, con Berizzo en la banca. Si bien esto no ha provocado la salida del técnico argentino, sí su proceso ha vuelto a quedar muy cuestionado y sensible respecto a su continuidad.

Venezuela en Maturín se ha vuelto un equipo fuerte. Chile intentó jugar y disputar el partido. Sin embargo, el error de Paulo Díaz y la irresponsabilidad de Marcelino Núñez también fueron factores claves en la derrota, pero además hay un porcentaje que debe asumir el adiestrador, en su forma de no encontrar un juego sólido y algunas decisiones en los cambios que no han sido lo más oportunos.

Chile no ha logrado salir de sus crisis de juego. El triunfo ante Perú fue, en gran medida, por el mal momento del conjunto incaico y, a pesar de que la Roja mostró algunos destellos de buen juego, desde que está el extécnico de O’Higgins, Chile ha mostrado más involución que evolución.

Ahora en noviembre se vienen por delante dos partidos clave para al menos conseguir 4 puntos. Paraguay de local y Ecuador de visita. Obtener menos, nos dejaría muy mal perfilados.

Por eso, Venezuela lo hizo otra vez.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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