Opinión
En cuanto al ministro Van Klaveren, está acostumbrado a que La Moneda le imponga decisiones. Nadie pone en duda los pergaminos profesionales del actual canciller, es más, la semana pasada visitaron la Cancillería la ministra de Defensa y su subsecretario, pidiendo asesoría para manejar el tema.
El debate provocado por la decisión de La Moneda respecto al retiro de la invitación de empresas israelíes a participar en la próxima Fidae, ha provocado comprensible revuelo y deja muchas preguntas abiertas. ¿Fue consultado el Ministerio de Defensa? No se puede olvidar que la Fidae corresponde a un ámbito propio de esa cartera. ¿Fueron consultadas las Fuerzas Armadas? ¿Traerá consecuencias negativas para la Defensa de Chile?
Chile ha manifestado desde un principio de la crisis en el Medio Oriente su rechazo al ataque terrorista de Hamás y también a la reacción desproporcionada del Gobierno israelí. Hasta un recurso ante La Haya se ha presentado.
El debate posterior se ha caracterizado por achacar al canciller la decisión, cuando en realidad correspondió a La Moneda, y esta opta por un elocuente silencio.
Trasciende en el mundo de la Defensa que solo con posterioridad al veto presidencial se les habría consultado a las FF.AA. por las consecuencias.
Por su parte, la conducta del embajador de Israel es atípica, no es diplomática, la diplomacia se caracteriza por su prudencia, por la búsqueda de soluciones. El embajador es combatiente y se relaciona con el Gobierno a través de los medios de comunicación.
En cuanto al ministro Van Klaveren, está acostumbrado a que La Moneda le imponga malas decisiones. Nadie pone en duda los pergaminos profesionales del actual canciller.
Cúmulo de decisiones mal tomadas, carencia de conducción en Defensa, embajador de Israel más activista que diplomático, un mal cóctel.
La semana pasada visitaron la Cancillería la ministra de Defensa, Maya Fernández, y el subsecretario de Defensa, Ricardo Montero, pidiendo asesoría para manejar el tema.
Como dicen los periodistas, noticia en desarrollo.
