Opinión
La ANATEL brasileña reconoció que el avance del streaming en el mercado audiovisual provocó de hecho una situación de asimetría competitiva.
Brasil tomó la delantera en América Latina al iniciar un camino para igualar las reglas del juego en el mercado audiovisual, adecuándolas a la nueva era de convergencia extrema entre las empresas de TV Paga y las plataformas de streaming.
La iniciativa de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) de Brasil de mejorar las condiciones de competitividad entre las empresas de oferta de contenidos audiovisuales puso a ese país a la vanguardia en la materia, fomentando las inversiones y promoviendo la aceleración de la reducción de la brecha digital.
Puntualmente, la ANATEL reconoció a la empresa SKY Brasil una condición de mercado específica, que le permite competir en condiciones equilibradas con las plataformas de streaming. Para ello, la agencia tomó en cuenta los cambios en la dinámica de oferta de contenidos audiovisuales y la necesidad de adaptación de las regulaciones a la realidad del mercado.
Esta acción es plenamente acertada, porque demuestra atención a los cambios que enfrenta el sector y apunta a una comprensión única de la dinámica de las condiciones regulatorias entre los competidores. Además, también contribuye a mejorar el mercado y beneficiar al consumidor, al promover un entorno favorable para la televisión de pago.
Con ello, Brasil está liderando la evolución regulatoria en América Latina al reducir las asimetrías en el mercado audiovisual y fomentar la competitividad. Ya viene tomando la delantera en la modernización de las regulaciones sobre el mercado de las telecomunicaciones, en especial desde que ANATEL lanzó el Análisis de Impacto Regulatorio (AIR) que sustentó la propuesta de revisión del Plan General de Objetivos de Competencia (PGMC), actualmente en consulta pública.
Mediante el PGMC, dicho país propone igualar las condiciones de operaciones en el mercado audiovisual, contemplando a la TV paga en el marco de un mercado ampliado de oferta de contenidos audiovisuales, que incluye también ofertas de streaming y de otras tecnologías emergentes.
La potencia económica de América Latina tiene 210 millones de habitantes y 90 millones de viviendas, con 95.184.902 accesos únicos (usuarios) a contenidos audiovisuales, según datos revelados por la propia agencia reguladora del mercado de telecomunicaciones.
La ANATEL brasileña reconoció que el avance del streaming en el mercado audiovisual provocó de hecho una situación de asimetría competitiva, tanto por la sustitución de productos y ofertas por parte de esas plataformas 100% online (técnicamente conocidas como OTT), como por las diferencias de las obligaciones regulatorias que pesan sobre la televisión paga.
Por lo tanto, esta decisión de la ANATEL establece un cambio histórico porque considera, por primera vez, los impactos de las plataformas digitales en el mercado audiovisual, reconociendo la nueva realidad de una convergencia extrema, como había postulado en 2022 el economista e investigador Carlos Winograd.
La decisión está relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 9 y 16 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU), ya que, tal como dijo ANATEL, “la exención de las obligaciones derivadas permitirá a SKY poner nuevos servicios innovadores a disposición de los consumidores y la acción rápida e incisiva de la Agencia en este proceso demuestra la eficacia de la institución para hacer frente a las demandas urgentes del sector”.
Hacia allá deben transitar el resto de los países de América Latina.
