El paso al lado que dio ayer La Moneda respecto a la situación del ex ministro fue una decisión calculada. Las palabras de Lagos no le fueron arrancadas en los patios de La Moneda, sino que se trató de una declaración meditada por los asesores y de contendidos precisos: el Presidente estaba humanamente afectado, pero no respaldó a nadie.
Las palabras del ministro vocero de Gobierno, Heraldo Muñoz, para insistir ayer en que el ya famoso «caiga quien caiga» debe cumplirse, no hicieron más que poner el colofón al hecho evidente que Carlos Cruz, Héctor Peña Véliz y Sergio Cortés fueron dejados caer tanto por La Moneda como por el Partido Socialista.
La declaración que, pasada la conmoción oficial, emitió la Presidencia de la República fue para acatar la decisión de la justicia y dar cuenta del impacto humano del Presidente Lagos, pero al mismo tiempo, implicó que éste dio un paso al lado y prefirió no explicitar ningún eventual respaldo político al ex ministro de Obras Públicas y hombre clave del laguismo, Carlos Cruz.
Tampoco hubo respaldo a su gestión. En efecto, pese a que hace sólo cuatro días el Ministerio de Obras Publicas emitió un comunicado sincerando todos los montos de los contratos suscritos por la cartera con GATE, la declaración de Lagos no contiene ninguna alusión a esta medida que pudiese ser interpretada como un apoyo institucional hacia las decisiones que Cruz tomó mientras estuvo a cargo del ministerio.
La toma de distancia de La Moneda parece haber sido una decisión meditada. Las palabras de Lagos no le fueron arrancadas en los patios de La Moneda: se trató de una declaración que fue pensada por sus asesores y que decía exactamente lo que se estimó que debía decir.
Así, el comunicado señala que la situación por la que atraviesa el ex ministro Cruz «afecta humanamente» al Presidente y éste valora su «generosa entrega a la función pública» y «el afán de servicio que ha motivado siempre su accionar», pero dice también «que ningún ciudadano está por sobre el imperio de la justicia».
Una de las interpretaciones posibles para explicar esta maniobra que dejó a Cruz en caída libre, es que se trata de la mano de vuelta a la actitud del ex ministro de contar a través de El Mercurio que él recibía sobres con billetes para complementar sus ingresos.
PS posterga el respaldo
También fue llamativo el virtual silencio del Partido Socialista, tienda a la que pertenecen Cruz, Peña Véliz y Cortés. Las declaraciones del presidente del PS, Camilo Escalona, quedándose a la espera de que la situación procesal se esclarezca equivalen a un «no-respaldo» si se las compara, por ejemplo, con la inmediata reacción pública de Escalona y del partido para «meter las manos al fuego» por Juan Pablo Letelier.
Si bien es cierto que Cruz siempre ha sido más un hombre de Lagos que una figura de partido, Peña Véliz y Cortés sí son «de partido» y hubiera sido esperable un apoyo más explícito para ellos. Héctor Peña Véliz es miembro de la comisión política del PS y figura del tercerismo. También fue seremi de Transportes de la Región Metropolitana durante la gestión ministerial de Germán Correa; su hermano Manuel es actualmente seremi de Obras Públicas en la Tercera Región.
Sergio Cortés, en tanto, fue recaudador oficial de las platas de la colectividad. En el MOP, es jefe de finanzas de la Dirección de Vialidad, aunque desde el lunes está de vacaciones. Su contrato con el MOP es de agente público y debía terminar en marzo de este año.
Escenario judicial
La ostentación pública de distancia por parte La Moneda frente a las detenciones no significa necesariamente que no se vaya a hacer ninguna gestión en favor de todos estos funcionarios o ex funcionarios del Gobierno.
La presencia del Ministro de Justicia, José Antonio Gómez, en la reunión que tuvo ayer el Presidente Lagos con el ministro de Obras Públicas, Javier Etcheberry, está relacionada con la molestia presidencial por la ignorancia en que estuvo La Moneda respecto de la determinación del juez Aránguiz hasta pocos momentos en que ésta se hizo pública.
Fuentes judiciales comentan que ya se está sondeando para dar con un penalista de prestigio y con buena llegada en tribunales que resuelva estos vacíos y se encargue de las gestiones oficiosas que sean necesarias para hacer frente al impredecible accionar del juez Aránguiz.
El magistrado, por ejemplo, entró de lleno en el tema MOP-GATE con una medida tan resonante como la de ayer, pese a que, en rigor, el caso no está radicado en Rancagua y sólo tiene una relación indirecta con su tema, que es el de las irregularidades y posibles coimas en las plantas de revisión técnica.
Aránguiz pudo acumular las causas, o haberse declarado incompetente dejando el caso en manos de la jueza que lo lleva, Patricia González, del 17° Juzgado del Crimen. Esta es una de las líneas de acción que podría explorar la defensa discretamente a través del lobby de un penalista eficiente y cauto.
Cautela, en todo caso, es lo que a todos sobra. El Gobierno y el PS esperan a ver si los tres detenidos son procesados. Además, esperan a ver qué nuevas sorpresas depararán las averiguaciones emprendidas ayer por las autoridades del MOP luego de que La Segunda diera a conocer nuevos nombres de personas pagadas por GATE. En esta segunda lista figuran el subsecretario de Transportes, Guillermo Díaz; el Intendente de la Sexta Región, Ricardo Trincado, y el de la Primera, Patricio Zapata.
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