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El ‘aterrizaje’ de Arrate en el Arcis: la Concertación inicia el desembarco

La historia de este nombramiento incluye una serie de personajes cuyas relaciones dejan entrever algo más que la mera necesidad de buscar una persona que reuniera características profesionales para asumir el cargo.


No está claro si Jorge Arrate, actual embajador en Argentina, será parte del nuevo gabinete que en marzo anunciará el Presidente Ricardo Lagos, pese a que "suena" como posible candidato, pero lo concreto es que en mayo abandona la representación diplomática para "aterrizar" definitivamente en la testera de la Corporación de la Universidad Arcis, según confirmaron a este medio fuentes de la casa de estudios.



No es que Arrate vuelva simplemente a la vida académica. Su llegada al Arcis es parte del nacimiento de un nuevo "polo progresista" basado en un arco político amplio que no busca sólo ramificar la actividad académica de la institución, sino también revela hasta qué punto una parte de la Concertación halló un lugar desde dónde pensar, repensar y ubicarse en estos últimos años del gobierno de Lagos ante una eventual derrota frente el abanderado de la Alianza por Chile. Es decir, una alianza estratégica.



Tradicionalmente la Universidad Arcis, si bien ha tenido importantes personajes del conglomerado oficialista entre sus filas -Fernando Castillo Velasco (DC) era el antecesor de Arrate-, lo cierto es que siempre ha sido vista desde el gobierno como los "hijos molestosos anti modelo neoliberal".



La historia de este nombramiento incluye una serie de personajes cuyas relaciones dejan entrever algo más que la mera necesidad de buscar una persona que reuniera características profesionales para asumir el cargo.



Otras voces, otros mitos



En junio de 2002 Patricio Rivas, ex MIR y actual jefe de gabinete de Claudio Di Girólamo en la División de Cultura del Ministerio de Educación, conversaba con el entonces rector del Arcis, Luis Torres. Días antes Fernando Castillo Velasco había expresado su deseo de abandonar el cargo de presidente de la corporación debido a sus múltiples actividades. Fue entonces cuando Torres inició conversaciones con Gonzalo Martner (PS) sobre un eventual candidato.



Martner no sólo es un hombre cercano a Torres, sino también fue profesor del Arcis a fines de los 80, cuando recién venía llegando de Francia luego de terminar su doctorado.



El nombre que Martner le dio a Torres le sonó bien y se iniciaron las conversaciones. El diálogo con Jorge Arrate se dio también en un contexto en la casa de estudios abrió sedes en el sur del país y se apresta a hacer lo mismo en otras regiones. El detalle no es menor si se piensa que en los próximos dos años la idea es tener cerca de 30 sedes, reconoce Luis Torres.



Una vez que Arrate aceptó la idea, el arco del directorio debía ampliarse aun más y buscar "caras" y "nombres" que fueran parte de un nuevo progresismo. Así fue como se integraron entre otros, Adriana Hoffman, Alberto Martínez, Ana María Monsalve, Andrés Aylwin, Camila Lagarrigue, Carla Cordua, Carlos Zarricueta, Carmen Morales, Claudio Di Girólamo, Eduardo Hamuy, Edward Rojas, Elicura Chihuailaf, Emilio Gautier, Francisco Brugnoli, Francisco Huenchumilla, Herman Schwember, Horacio Salinas, Volodia Teitelboim y Wilson Araya.



Fuentes que conocieron de cerca todo el proceso de decisión comentaron que todo comenzó con la idea de realizar un cambio en la corporación buscando sobrepasar el "período fundacional, ya agotado".



El nombre de Arrate no produjo ruido en el resto de los miembros del directorio. "Todo lo contrario, causó consenso", recuerda Torres.



Tanto la casa de estudios como el propio Arrate, en todo caso, descartan de que se trate de una suerte de "avenimiento" entre el oficialismo y el mundo universitario "extra" Concertación.



Así al menos lo aseguró Arrate en una entrevista que respondió vía e-mail a El Mostrador.cl desde Buenos Aires.



"El partido Socialista no tiene nada que ver con Arcis o con mi participación en la corporación. Yo soy socialista pero no participo en representación de nadie. Las universidades no son tales si representan partidos o sectas. Una universidad es por definición abierta o plural, Arcis tiene una perspectiva intelectual, crítica y progresista, pero está abierta al conocimiento y debate de todas las ideas", dijo.



No obstante, Patricio Rivas va más allá: "El núcleo racional y duro de todo esto es que desde la perspectiva académica y universitaria lo que está en lucha es la conducción teórico moral de Chile. Y si lo asumo con seriedad, tengo que formar generaciones de estudiantes que por una parte tengan una solvente formación universitaria y por otra sean capaces de generar otro Chile. Eso significa hacer un esfuerzo enorme de años y décadas".



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