«Me hubiera gustado tener más controles, pero tengo la duda que incluso con más controles, nos hubiera podido pasar esto, porque estamos frente a una asociación delictiva muy compleja donde cada vez aparecen más involucrados", admitió además el renunciado funcionario público.
Hasta el Congreso llegó esta mañana el ex vicepresidente ejecutivo de la Corfo, Gonzalo Rivas, para exponer todos los antecedentes que tiene sobre el robo que sufrió el organismo a la comisión parlamentaria que estudia la viabilidad de la acusación constitucional contra Jorge Rodríguez Grossi, ministro de Economía y presidente del consejo de Corfo.
Rivas fue muy claro en señalar que el libelo acusatorio no tiene viabilidad porque el consejo de Corfo debate políticas pero "no está encargado de velar por el cumplimiento de auditorías y controles. En ese sentido, yo hice todo lo que pude. Me hubiera gustado tener más controles, pero tengo la duda de si incluso con más controles nos hubiera podido pasar esto, porque estamos frente a una asociación delictiva muy compleja donde cada vez aparecen más involucrados".
En este sentido, sostuvo que "obviamente siempre se pueden disponer más resguardos, lo importante es evaluar en la práctica si existen o no antecedentes que den indicios de exposición a riesgo. Yo creo que ante la sofistificación de este grupo igual con todos los resguardos se podría haber cometido desfalco y creo que mis auditorías fueron correctas".
Asimismo, reitero que en todos los balances anuales que hace la Contraloría nunca se detectaron problemas y que esa misma situación se repitió el 2 de enero, cuando el organismo hizo un arqueo de caja, por lo que no habían antecedentes que pudieran hacer pensar en una posible estafa.
A pesar de los controles
"Ex post, obviamente todos somos generales. Pero creo que tomamos las medidas correspondientes de acuerdo a la información que teníamos. Además teníamos la seguridad que el banco nos había avisado", dijo Rivas al explicar cómo actuó después de que recibió la llamada telefónica del fiscal del Santander, donde se le alertó de una operación irregular que deseaba hacer el jefe de la mesa de Corfo, Javier Moya, la que fue abortada por el banco.
Rivas comentó que desde el punto de vista operativo, no era su rol estar velando todos los días por los controles internos, pues eso estaba en manos de una gerencia que tenía esas atribuciones.
Consultado por el diputado Alberto Cardemil (RN) sobre si era efectivo que el Consejo no era el órgano encargado de cuidar los dineros de la Corfo, Rivas, reafirmó lo ya dicho a la comisión parlamentaria por el ministro de Economía y reiteró que "efectivamente, el consejo no está al cuidado de las platas".
Asimismo, agregó que el consejo de la Corfo no actúa como un directorio de cualquier empresa y que los informes que se le entregan a esa instancia son básicamente para que exista un respaldo de las políticas efectuadas por el vicepresidente. "El consejo tiene atribuciones en cuanto a las políticas y hay otros temas que los tiene delegados", explicó.
La comisión deberá redactar mañana el informe sobre la viabilidad de la acusación, para que sea votado el miércoles en la sala de la Cámara de Diputados, donde la Concertación está "cuadrada" con el ministro, por lo que se ve poco probable que el libelo sea finalmente aprobado.
