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«Los hopitales de atención primaria son verdaderos ghettos»

En conversación con el médico y miembro de la Comisión de Salud del Senado, Mariano Ruiz-Esquide (DC), abordó las falencias de atención básica del sistema de salud y los puntos que, a su juicio, se deben mejorar para materializar el plan sanitario del gobierno.


A meses que el plan AUGE entre en vigencia, se sinceró la discusión en torno a la Reforma de la Salud y, de paso, comenzó a tener un rol protagónico en el debate la atención primaria, sistema base para la viabilidad del emblemático proyecto del gobierno.



En conversación con <b<El Mostrador.cl, el médico y miembro de la Comisión de Salud del Senado, Mariano Ruiz-Esquide (DC), abordó las falencias de atención básica del sistema de salud y los puntos que, a su juicio, se deben mejorar para materializar el plan sanitario del gobierno.



Para Ruiz-Esquide la atención primaria debería tener sólo una autoridad sanitaria. «No se puede tener una autoridad sanitaria y al mismo tiempo tener una autoridad administrativa como es el alcalde. Eso es una cuestión de locos», señaló.



Este DC de 73 años, también rechaza abiertamente el actual modelo que tienen las isapres y, drásticamente, plantea una revolución total del sistema. Aunque por «falta de piso político», sostuvo, habría que conformarse con un cambio superficial del modelo.



Faltando sólo días para que el Presidente Ricardo Lagos dé cuenta de su labor en el discurso del 21 de mayo, aún el Senado no aprueba ningún proyecto de la reforma. ¿Si no se aprueba ninguno antes de esta fecha se considerara como un fracaso para el gobierno?
– Es muy probable que de aquí al 21 de mayo tengamos, a lo menos, aprobados en general los proyectos de Autoridad Sanitaria y de Isapres. Aunque dependerá de lo que suceda el lunes y martes de la próxima semana, ya que el ministro de Salud, Pedro García, nos deberá dar respuesta a las propuestas que planteamos respecto a la autoridad sanitaria y las isapres. Estas buscan hacer más eficiente la atención primaria.



¿En qué consisten las propuestas que plantearon al ministro?
-Básicamente en cuatro cosas. El primer planteamiento la autoridad ya lo acogió y consiste en facilitar el sistema de autoridad sanitaria regional. Existía un elemento que se llamaba dirección regional y era paralelo a los seremis, le pedimos que se excluyera y lo aceptó. Otro punto, consiste en la posibilidad de incorporar en la atención primaria una relación más directa en términos de autoridad, contratos de los profesionales y las acciones directas entre el servicio de salud pertinente y la salud municipal.



También que se considera una escala para los médicos de la salud municipal como estatal. De esta manera, se terminaría con las dos carreras funcionarias que existen actualmente. Esta iniciativa busca que las personas que trabajan en municipios puedan incorporarse en las tareas de los hospitales de atención primaria, porque hoy están transformados en un ghetto.



¿Y el último?
– Se refiere a los famosos hospitales autogestionados. Queremos que todos puedan ser autogestionados desde el comienzo y luego seleccionar a los que cumplen las tareas para que continúen con este sistema.



¿La atención primaria estará preparada para ser el sustento de la reforma de la salud?
– Si no se hace lo que hemos planteado, cualquiera sea el recurso que se entregue a la atención primaria no estará en condiciones de funcionar bien. Pedimos que exista una autoridad sanitaria única tanto para el lado municipal como para el estatal. No se puede tener una autoridad sanitaria y al mismo tiempo tener una autoridad administrativa como es el alcalde. Eso es una cuestión de locos.



¿Con eso bastaría?
– No, no, no. Hay que darle más recursos, más posibilidades técnicas, más infraestructura, dotarla de mayor personal y eso es lo básico de la atención primaria. Estas cosas son indispensable para tener una atención primaria buena de aquí al 2005.



La atención primaria ha aumentando hoy en día el porcentaje de atención, pero el número de atención por personas siguen siendo prácticamente igual.



Pese a la importancia de la atención primaria y dado a todos los problemas que registra, ¿no cree usted que fue olvidada por los gobiernos de la Concertación y ahora se reflota la importancia que esta tiene a las puertas de la reforma?
– Ninguno de los gobiernos de la Concertación como tampoco el Colegio Médico y la Confusam aceptaron discutir el planteamiento que realice en 1992 de pasar la salud municipalizada al Estado. Incluso, el Ministerio de Planificación (Mideplan) fue extremadamente duro al decir que esto rompía la regionalización. Y qué ha pasado ahora, la reforma del sector se hace en torno de la atención primaria.



Durante los últimos diez años se ha aumentando casi en un 50 por ciento la cantidad de dinero en términos reales, pero ahora se dan cuenta que para hacer la reforma no basta poner más plata, se tiene que hacer una modificación mucho más profunda.



Solo ha presentado preocupación por lo médicos de la atención primaria, pero ¿qué pasa con los otros funcionarios?
– Pasa que el médico es como el centro del universo en la atención de salud. Y para el resto de los funcionarios no hay aceptación política.



El senador aclaró que «en la Confusam los médicos están menos sujetos a la idea de permanecer con los principios del resto de los trabajadores. Los funcionarios no médicos están más contentos en los municipios y no quieren pasar al servicio».



¿Y qué va a pasar con la falta de interés de los médicos nacionales de atender en la atención primaria?
– El 49 por ciento de los médicos que atiende en la atención primaria son extranjeros. Esto se debe porque el enfoque está hecho de una manera equivocada. Cuando tenemos un sistema de atención como el nuestro donde el aprendizaje de los profesionales, su carrera funcionaria, sus perfeccionamientos y sus expectativas de largo plazo están en el sistema estatal o privado. Entonces el irse a la atención primaria es irse a una cosa desmejorada. Con la reforma podría cambiar ese escenario.



Los médicos en la salud municipalizada terminan atendiendo 8 horas en un policlínico de un pueblo, donde no tiene más que atender cosas muy menores y luego tiene que mandarlo de inmediato al hospital y este no tiene que ver con el mismo sistema. Entonces el hospital lo atiende y ese médico de la atención primaria no tuvo idea de lo que le había pasado a su paciente. Eso es estar en un ghetto. Entonces el médico no se siente conforme.



Las isapres y el negocio



Tras el análisis al proyecto de las isapres, ¿la Comisión de Salud ha detectado problemas de fondo en este texto de ley?
– Lo que pasa es que dentro de la comisión hay criterios distintos de modelo. Soy absolutamente contrario al modelo actual de las isapres, en el que se puede instalar un sistema con contratos, con carencias y exclusiones. Además, hay personas que lucran con este modelo. Esto último lo rechazo absolutamente.



Estoy dispuesto a que la participación del sector privado se haga en términos como se hace con las mutuales. Donde la reinversión se pasa a la propia gente que trabaja y teóricamente, al menos, no genera utilidades para un señor ajeno al área sanitaria.



Para el senador con el sistema actual se terminó haciendo negocios, como: «la Cámara Chilena de la Construcción, los consorcios suizos, entre otros».



La derecha defiende el sistema actual
– Hay parlamentarios de la oposición que sostienen que lo que han realizado las isapres es fantástico y piden que se deje tal como está. Entonces ahí que va pasar creo que vamos a llegar a una transaca donde se mejora algo de lo que hay, sin cambiar el modelo en su profundidad. La oposición está dispuesta a mejorar algunas cosas como son las exclusiones, la protección de la madres, las enfermedades catastróficas, pero siempre en el mismo modelo. Para mi gusto el sistema es irreversiblemente malo y no tiene compostura y cualquier arreglo que le hagamos va a fracasar en cinco a diez años.



Con lo que llevamos visto del proyecto no habrá un cambio sustancial, categóricamente no. Cambiar todo el sistema no va tener piso, pero hay que hacer tres o cuatro modificaciones que mejorarían bastante lo que hay, estas son: las licencias, participación de las mutuales y compañías de seguros, y eliminar las preexistencias, exclusiones, y buscar transparencias en los contratos.



«García tuvo suerte»



Desde que asumió García en la cartera de Salud, las cosas están más tranquilas en el sector. ¿Cuál es la diferencia entre Artaza y el actual ministro?
– Hay dos diferencias. Artaza entró al tema de la reforma de la salud en un clima de profunda confrontación, donde su capacidad de maniobra se vio cada vez más disminuida. García tuvo la suerte que los proyectos de la reforma entraron al Senado y los gremios acá son escuchados más. También no hemos aceptado ninguna presión para avanzar más rápido de lo que podemos.



Otro hecho importante es que los gremios comprendieron que la reforma va de todas maneras, entonces el ministro García puede moverse de una manera más fácil.



También con Artaza se cayó en un círculo vicioso. Una vez que los gremios lo arrinconaron empezó a reaccionar duramente. Los mismos escándalos que sacudieron al Minsal también influyeron mucho, esos escándalos en un clima normal no tendrían la misma trascendencia que tuvieron.



En el caso de las isapres buscamos la posibilidad que las mutuales y las compañías de seguro puedan intervenir en el negocio de la salud previsional, asumiendo el mismo tipo de legislación actual con algunas modificaciones.



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