Ambas personas fueron ejecutadas por personal militar durante el paso de la Caravana de la Muerte por la zona norte del país, en octubre de 1973. Los fragmentos analizados -que podrían haber quedado en el lugar tras una exhumación ilegal- serían trozos únicos y, por ende, no podría efectuarse una contramuestra.
El Servicio Médico Legal remitió hace pocos días al Segundo Juzgado de Letras de Calama un informe que contiene los resultados de los exámenes de ADN realizados a los restos hallados en La Quebrada del Buitre, camino a San Pedro de Atacama.
Según los análisis, algunos de los pequeños fragmentos encontrados en la zona corresponden al periodista Carlos Berger Guralnik, marido de la abogada Carmen Hertz, y a Domingo Mamani López, obrero y ex presidente del sindicato de la Empresa Nacional de Explosivos.
Ambas personas fueron ejecutadas por personal militar en octubre de 1973 en el camino entre Calama y Antofagasta, durante el paso de la Caravana de la Muerte por la Segunda Región.
Los restos de Berger y Mamani figuraban en las listas emanadas de la Mesa de Diálogo como arrojados al mar. La constatación de que restos de ellos se encontraban en la zona mencionada echa nuevamente por tierra los resultados de esa instancia en lo que se refiere al paradero de detenidos desaparecidos, al menos en lo que se refiere a la posibilidad de que las osamentan hayan sido enterradas primeramente en un lugar y luego exhumadas en forma clandestina. Esto no estuvo contenido en los informes de esa instancia.
Las organizaciones de derechos humanos de Calama están ahora a la espera de un pronunciamiento del tribunal que instruye la causa, en el sentido que se acredite judicialmente que los restos de Berger y Mamani fueron inhumados clandestinamente en el lugar.
Sin embargo, la justicia no sólo considera para adoptar una resolución al respecto los análisis de ADN que se practican a los restos, sino también los aportes de los testigos y otros elementos de juicio, como el hallazgo de artefactos culturales pertenecientes a los desaparecidos (ropa, por ejemplo, y respecto a Mamani se encontraron en la zona unos botones del chaleco que llevaba puesto a la fecha de su desaparición).
Los restos de los detenidos desaparecidos, incluso, pueden sólo haber pasado por el lugar y haber sido exhumados ilegalmente en 1978.
La desaparición de Berger y Mamani consta en la causa rol N° 39331-2 del Segundo Juzgado de Letras de Calama, a cargo de la jueza Susana Tobar Bravo, con quien este medio no pudo conversar, pues se encuentra con licencia hasta el próximo lunes, según explicó su secretaria.
Los fragmentos analizados serían trozos únicos y, por ende, no podría efectuarse una contramuestra.
Además, debido a las destrucciones de las piezas que se debió efectuar para los análisis de ADN, no existirían restos para ser entregados a los familiares, hecho que agrega un nuevo dolor a los familiares de las víctimas.
No obstante, los estudios constatan jurídicamente que los restos de ambos detenidos desaparecidos fueron sepultados en el lugar.
Los familiares de detenidos desaparecidos se han planteado constantemente de qué sirve que sean identificadas ciertas piezas, si los restos no podrán ser sepultados y, en cambio, los hallazgos implican que las víctimas dejan de estar jurídicamente "secuestradas", por lo que se abre una puerta para la aplicación, por parte de los tribunales, de la ley de amnistía.
La abogada Carmen Hertz no pudo ser contactada por este medio pues se encuentra fuera de Chile.
En 1990 fueron halladas en la quebrada del Buitre más de un centenar de pequeñas osamentas, las que quedaron enterradas en una fosa común a instancia de los familiares.
Luego de la designación de jueces con dedicación exclusiva para las investigaciones sobre detenidos desaparecidos, nuevas excavaciones en la zona permitieron dar con mas restos, los que fueron analizados y sometidos a las pruebas de ADN.
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